Chirac y España

«Las opiniones abruptas de Jacques Chirac sobre la ampliación del Mercado Común, en general, y la entrada de España, en particular, tienen el mérito, sin duda, de la franqueza, aunque no de la novedad. Sin embargo, aparecen injustificadas a distintos niveles.Primero a nivel de principios conviene saber en noiribre de qué fundamento rnoral la Comunidad Europea, que ha admitido formalmente ampliarse a los tres países mediterráneos, podría negarse a integrar en el momento oportuno al país cuya candidatura se impone con más evidencia. El más próximo vecino de la Europa de los nueve, décima potencia industrial mundial, España había ganado, antes de la muerte de Franco, galones que la hacían digna de ser un socio histórico de Europa. Su rápida y firme evolución democrática ha hecho saltar el último obstáculo(...).

Heredero declarado del pensamiento gaullista, Jacques Chirac parece desdeñar la historia. Y puesto que se denomina a sí mismo, en su discurso de Castelnaudary, como político en el sentido noble de la palabra, sería demasiado cruel recordarle que el general De Gaulle, si no tenía una visión siempre realista de Europa, jamás pensó reducirla a un consorcio de comerciantes de frutas y legumbres(...).

Segundo a nivel agrícola, el presidente de la República lo ha recordado lealmente, es verdad que la integración de España en el Mercado Común planteará problemas. A Francia sobre todo y también a Italia. ¿Pero a quién se le puede hacer creer que los siete o diez años que nos separan de ese momento no pueden aprovecharse para, gradualmente, encontrar soluciones equitativas a los problemas técnicos que puede originar la concurrencia española? Los agricultores franceses, por otra parte, no son unánimemente hostiles a la candidatura española. En lo que se refiere a los industriales de nuestro país, que sufren actualmente la disparidad de las tarifas aduaneras favorables a España desde el acuerdo comunitario de 1970, ellos saben, puesto que estamos hablando de negocios, lo que ganarían con una rápida entrada de España en el Mercado Común ( ... ). España entrará un día en el Mercado Común, lo quieran o no los políticos franceses. El problema es saber si lo hará con o pese a nosotros.