Los grupos marxistas eritreos, dispuestos a negociar con Etiopía

Los dos principales grupos independentistas eritreos, el Frente de Liberación-Consejo Revolucionario y Fuerzas Populares, declararon el martes, en Beirut, que estaban dispuestos a negociar directamente con el Gobierno de Etiopía, en un esfuerzo por obtener pacíficamente su derecho a la autodeterminación del pueblo eritreo.

Ambos grupos eritreos gozan de un importante respaldo de los Gobiernos árabes, principalmente los radicales, Irak, Siria, Libia y Yemen del Sur. Los dos grupos se reunieron recientemente en Aden, Yemen del Sur, bajo los auspicios del Frente Nacional de Liberación de ese país. Al término de las reuniones anunciaron su nueva postura, así como la fusión de ambos bajo un comando político conjunto.En un comunicado publicado posteriormente en Beirut por ambos grupos se indica que «la escalada de la guerra no sirve los intereses del pueblo eritreo ni del etíope» y se declaran «representantes únicos y legítimos del pueblo eritreo». En la nota añaden que «queremos dejar saber al mundo que no somos atizadores de guerras y que estamos dispuestos a llegar a la paz si el otro lado lo está. Esto, sin embargo, no quiere decir que hayamos abandonado la lucha».

Ramadan Ahmed Nur, jefe de Fuerzas Populares, dijo en la conferencia de prensa que sostuvieron que «no existe injerencia soviética ni cubana» en esta posición a que ellos llegan ahora, y aunque admitió las relaciones amistosas de ambos grupos con Moscú, agregó que «no necesitamos mediador alguno» .

Este acuerdo se produjo a raíz de una visita a Moscú del presidente del Frente de Liberación Eritreo-Consejo Revolucionario, Ahmed Nasser, y se especula con la posibilidad de que tanto el Kremlin como el régimen marxista de Yemen del Sur han presionado a los eritreos para que hagan esta declaración, para luego presionar a la vez a los dirigentes etíopes a que se sienten en una mesa de negociaciones. Tanto la URSS como Cuba y Yemen del Sur se habían mostrado reticentes ante las presiones internacionales, y muy particularmente dentro del grupo no alineado de países, a intervenir directamente en la guerra contra los eritreos. Moscú y La Habana sostienen, no obstante, que cualquier solución debe ser «preservando la unidad de Etiopía».