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La oposición exige al Gobierno británico que actúe contra las guerrillas rodesianas

La presión conservadora sobre el Gobierno británico para que apoye el «acuerdo interno» rodesiano se ha multiplicado tras la matanza, atribuida a las guerrillas, de doce personas de nacionalidad británica que trabajaban en una aislada misión de las montañas de Vumba, junto a la frontera con Mozambique.

El ministro de Asuntos Exteriores suspendió ayer un viaje oficial a Luxemburgo para exponer ante la Cámara de los Comunes que faltan elementos de juicio que permitan responsabilizar de lo sucedido al Frente Patriótico. Owen calificó de «tragedia» la muerte de doce inocentes, pero no anticipó ningún cambio en la actitud británica hacia el Gobierno interino rodesiano. El portavoz de la oposición en materia exterior, John Davies, se ha apresurado a exigir del Gobierno medidas encaminadas a descartar a los guerrilleros de cualquier acuerdo futuro sobre Rodesia. Los conservadores acusan de «pasividad» al partido gobernante y de eludir con su política rodesiana la responsabilidad que tiene sobre las vidas de los británicos que viven en Rodesia. Voces más extremistas piden el envío de paracaidistas al país africano. La Iglesia de Pentecostés, a la que pertenecían las víctimas asesinadas en la misión de Vumba -cinco mujeres, tres hombres y cuatro niños- ha declarado por su parte, que continuará desempeñando su trabajo en Rodesia.Tres días después de sucedido no hay una versión definitiva sobre el sangriento incidente. El dirigente guerrillero Robert Mugabe, a cuyas fuerzas se imputa la matanza, ha facilitado una nota en Mozambique y Londres rechazando la intervención de sus tropas. La declaración del ZANU asegura que hay testigos presenciales de que el asalto a la misión fue ejecutado por fuerzas de seguridad rodesianas y promete que se hará pública una investigación que está siendo llevada a cabo por su estado mayor. Un portavoz de Mugabe ha añadido en la capital británica que «las relaciones entre el ZANU y los misioneros han sido siempre excelentes. Sus establecimientos han apoyado nuestra causa desde hace años, y proporcionado ayuda a nuestros hombres en numerosas ocasiones».

Probablemente, la única luz sobre lo sucedido en Vumba podría aportarla la mujer de veintiocho años que sobrevivió a la matanza, y se halla en coma profundo en un hospital de Salisbury. Un profesor de 38 años, que escapó con vida por hallarse en otra zona de la misión, ha manifestado que no escuchó un solo tiro. Los muertos lo fueron a bayonetazos o a golpes. Las mujeres fueron violadas.

El Gobierno afronta un nuevo escollo político a propósito de Rodesia, tras las revelaciones de que compañías petrolíferas británicas han desafiado durante años las sanciones de las Naciones Unidas contra el régimen de Ian Smith, y la propia política de Londres, organizando clandestinamente el suministro de crudo al régimen de Salisbury.

British Petroleum y Shell respondieron ayer con un no comment a las rotundas y documentadas acusaciones de Jorge Jardim, un hombre de confianza del régimen salazarista portugués, que se encargó de mantener en Mozambique rutas abiertas al petróleo destinado a Salisbury. Las pruebas en posesión de Jardim, que ahora vive en las Canarias, han sido ofrecidas al Foreign Office y están depositadas en bancos españoles y franceses.

Jorge Jardim acusa a los directivos de la Shell y la British Petroleum de engañar deliberadamente, en 1968, al entonces ministro de la Commonwealth, George Thomson, al asegurarle que habían cesado los suministros de crudo al régimen de Smith, que se había declarado unilateralmente independiente tres años antes.

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