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Historia de una década de enfrentamientos permanentes

Dos países llevan actualmente el nombre de Yemen: la República Arabe Yemenita, proclamada el 26 de septiembre de 1962 en Saná, después de un golpe militar, y la República Democrática Popular de Yemen, que corresponde a los antiguos protectorados occidental y oriental de Aden, independientes desde noviembre de 1967. Sin embargo, tanto para los nacionalistas árabes del Sur, como del Norte, el origen de la división en dos Estados se remonta a la ocupación por Gran Bretaña, en enero de 1839, del puerto de Adén y, progresivamente, de los territorios colindantes.Esta división geográfica se superpone a históricas rivalidades religiosas y a movimientos profundamente divididos de identidad nacional.

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Asesinado el presidente de Yemen del Sur

En 1934, Yemen del Norte, intentando oponerse a la hegemonía de su vecino saudita, cedió oficialmente a los ingleses el protectorado de Aden (Yemen del Sur). Después de una tentativa de federación con la RAU, en marzo de 1958, un golpe de Estado republicano, el 26 de septiembre de 1962, derrocó al nuevo rey, Badr. Este fue el origen de una durísima guerra civil en la que, de hecho, se enfrentaron el presidente egipcio Nasser y el rey saudita Faisal, y que dividió al mundo árabe (1962-67). Finalmente, con la ayuda de las fuerzas egipcias, los republicanos se hicieron con el poder.

En 147, asimismo, el Gobierno británico se retiró de Aden. A su marcha, dos movimientos reclamaban la independencia del protectorado: el Flosy, nacionalista naseriano, y el FLN, revolucionario. Contra toda aparente lógica, y como intento de oposición -al presidente Nasser, el poder fue entregado al FLN, bajo el mando de Qalitan ash-Shabi, que sería derrocado en 1968. Desde entonces, el joven Estado de Yemen del Sur ha tenido que defenderse de las pretensiones de Saná, cuya hostilidad hacia Aden parece que persiste, a pesar de los intentos de reunificación.

Guerra de intereses

Más de 300.000 yemeníes del Sur se refugiaron entonces en Yemen del Norte, creando allí un «frente de liberación» en el exilio. A partir de ese momento, la polarización de intereses de los dos países fue en aumento: Yemen del Norte estableció vinculos más estrechos con el Oeste, con ayuda de Arabia Saudita y de Libia. Yemen del Sur, aislada en el golfo, empezó a recibir ayuda de China y de la URSS. La guerrilla se estableció en la frontera, acabando en una guerra abierta en octubre de 1972. Con la mediación de la Liga Arabe se llegó a un alto el fuego, e incluso se firmó, en El Cairo, un acuerdo de reunificación de los dos países, que nunca se llevó a la práctica.

En 1974, el comandante Al Hami depuso al cadí Iriani en Yemen del Norte; el golpe militar, de signo ciertamente pro saudita, estableció, sin embargo-, un régimen más izquierdista. Las relaciones entre ambos países se normalizaron a partir de este momento, aceptando ambos de una u otra manera la ayuda de Arabla Saudita.

Este difícil equilibrio se mantiene en medio de una gran inestabilidad política, en la que el asesinato está a la orden del dí, culminando con la del presidenre Al Hamdi, asesinado, a su vez, el pasado sábado.

Más difícil es el equilibrio exterior, mantenido con el condicionamiento de no agresión al vecino sultanato de Omán, en el que está situada la base norteamericana de Masira, que junto a Bahrein, en el Pérsico, y y Digo García, en el Indico, forman el eje de acción de EEUU en esta zona; estructura paralela a la que mantiene en Yemen del Sur, y en los puertos del Mar Rojo, la Unión Soviética.

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