El Parlamento de la RFA aprueba el plan de ayuda a Berlín

Por primera vez, los cuatro partidos parlamentarios del Bundestag de Bonn han elaborado un programa conjunto para la promoción económico-política de los sectores occidentales de Berlín. Este plan, que se ofrece a la opinión pública tres días después de un agitado aniversario de la sublevación popular berlinesa hace veinticinco años, quiere ser un medio de fortalecer los vínculos que unen a Berlín oeste con la República Federal de Alemania. El acuerdo emplea la palabra alemana bindungen (vinculaciones) en lugar de verbindungen (comunicaciones), que es el término que utiliza la República Democrática Alemana para definir el alcance de los acuerdos cuatripartitos sobre la ex capital del Reich.

La determinación de los partidos de Bonn en el sentido de potenciar económicamente Berlín oeste tiene un carácter más político que efectivo, ya que, en último término, este propósito queda a merced de la decisión de las grandes empresas respecto de incrementar o no su presencia en la ex capital. Una comisión interparlamentaria, creada el año pasado, ha recomendado las siguientes medidas para promocionar esta presencia empresarial y estimular la oferta de mano de obra en la ciudad: exenciones impositivas a los empresarios, aumento del subsidio familiar por cada hijo, subvenciones a las compañías aéreas para el mantenimiento de los precios de viaje hacia y desde Berlín oeste y promoción de la vida cultural berlinesa. Para todo ello se ha aprobado un presupuesto anual de novecientos millones de marcos.En cuanto al programa conjunto, que se ha elaborado bajo el padrinazgo del presidente federal, Walter Scheel, en el que se convierte a Berlín oeste en «misión nacional» de la RFA y se vincula este problema «con carácter inseparable a la cuestión interalemana». Esto quiere decir que se ha dado un paso simbólico hacia la desconexión de todo lo que se refiere a la ex capital alemana respecto de las potencias aliadas. Progresivamente, el futuro de la reunificación va quedando al albedrío de los dos Estados alemanes, aunque tanto la RDA como la RFA apelan incesantemente a los aliados vencedores en la guerra.

Todo ello puede conducir a una nueva manifestación de la guerra fría, que ahora parece renacer, aunque con caracteres distintos.

Como antídoto de esta nueva guerra fría de menor alcance, los cuatro partidos del Bundestag se muestran de acuerdo en considerar que «la voluntad de una cooperación pacífica entre el Este y el Oeste es clave para el futuro de la ciudad y su población».

Tras un intercambio de correspondencia secreta entre Erich Honecker, de la RDA, y Schmidt, de la RFA, y cuando aún perduran rumores de un cambio de «embajadores», de los dos países en Bonn y Berlín, parece que son de apreciar signos suficientes de un nuevo período favorable a una mejoría en las relaciones interalemanas, lo cual debe interpretarse como un pequeño paso hacia la aproximación.