Tito criticó a la URSS al inaugurar ayer el undécimo congreso de los comunistas yugoslavos

El presidente de Yugoslavia, Josip Broz Tito, criticó a la Unión Soviética al inaugurar ayer el XI Congreso de la Liga de Comunistas de Yugoslavia (LCY), y dijo que la «Yugoslavia socialista, autogestionaria y no alineada dispone de unas bases firmes y permanentes». En una referencia indirecta al «postitoísmo», el presidente expresó que «son absurdas» las conjeturas que se están haciendo en torno del futuro yugoslavo. «Yugoslavia -dijo- seguirá siendo tal como la han construido y la están construyendo sus pueblos y nacionalidades.»

En un informe de 30.000 palabras, Tito indicó que los PC de Yugoslavia y Europa occidental han «hecho grandes avances en la búsqueda de autonomía» y en sus aspiraciones de «igualdad entre los partidos».«Este proceso positivo -agregó- se ha visto obstaculizado y restringido por una fuerte oposición y por la carga del pasado.» Sugirió también, aunque sin citarla, que la URSS ha intentado volver a las «viejas y obsoletas relaciones» entre las naciones y partidos comunistas. «La lucha por el socialismo -sostuvo- seguirá evolucionando bajo formas diferentes. No existen modelos universales. »

Unos 2.290 representantes de los 1.600.000 miembros de la Liga yugoslava y delegados de 130 partidos extranjeros escucharon cuidadosamente las palabras de Tito, para detectar cualquier sugerencia que representara un alejamiento de la política de independencia adoptada por Yugoslavia tras la segunda guerra mundial.

Tito ha reafirmado la postura de no alineación de Be1grado y ha lamentado que se vuelva a hablar del resurgimiento de centros para guiar a los movimientos de trabajadores.

« Similarmente, cualquier tentativa por imponer la política propia y los conceptos ideológicos a los partidos y movimientos de los no alineados, y a otros países en vías de desarrollo, es contraria a sus intereses vitales y a su derecho a determinar libremente el camino para su propio desarrollo», indicó en otra referencia crítica indirecta contra Moscú.

Tito afirmó que Oriente Próximo es el «punto de perturbación más peligroso en el ámbito de las relaciones internacionales».

Acusó luego a Israel de seguir «una política agresiva y expansionista y de obstaculizar continuamente el establecimiento de una solución justa y duradera» en la zona. El presidente también examinó los problemas de Africa, reclamando el cese total de los conflictos armados sin nombrar concretamente a ninguno de los protagonistas.

Sobre política interior, Tito elogió el progreso ecenómico y social de Yugoslavia bajo el sistema de autogestión socialista, «evidente -dijo- en cualquier oficina o fábrica donde los trabajadores tienen capacidad de decisión y el derecho a compartir beneficios».

Tito ha señalado que «frente a un mundoque no se inclinase ante los dictados de la razón, los yugoslavos estarán unidos porque saben que la unidad es un requisito previo no sólo para su prosperidad, sino en realidad para su superviviencia».

Se cree que en el curso de este congreso se procederá a una reestructuración de la composición de la presidencia de la Liga, cuyos miembros disminuirían de 48 a 24. En el congreso anterior, realizado en 1974, el mariscal Tito fue elegido presidente vitalicio del partido y del Estado.