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Amnesty International informa sobre malos tratos en el Ulster

Palizas corporales, golpes en la cabeza, intimidación física o psicológica y humillación son algunos de los malos tratos infligidos por la policía del Ulster a sospechosos detenidos en relación con actividades terroristas, según un informe de setenta páginas publicado por la organización pro-derechos humanos Amnesty International.

Las primeras reacciones al informe, llamado a tener una gran repercusión pública, son una ofensiva policial para poner en entredicho sus conclusiones y un llamamiento de las organizaciones católicas de derechos civiles de Irlanda del Norte para que la investigación prometida hace cuatro días por el Gobierno sea pública y esté abierta a la participación internacional.Días atrás, un programa monográfico de televisión elaborado en base a filtraciones del informe hecho público anoche fue prohibido en el último minuto por el organismo que controla la cadena independiente británica.

El Gobierno británico había pedido a Amnesty que le concediese un plazo para responder a las denuncias contenidas en el informe, pero la organización internacional rechazó esas sugerencias.

Al mismo tiempo, las autoridades británicas anunciaron el comienzo de una investigación oficial sobre el tema, pero diversas organizaciones de derechos humanos se han opuesto por considerar que no sería imparcial.

Amnesty afirma que de la investigación llevada a cabo en el Ulster a finales de 1977 por un equipo de cuatro personas (dos de ellas médicos y una, abogado) se desprende la evidencia de habituales malos tratos policiales a detenidos, al amparo de las vigentes leyes de excepción en la provincia británica. Amnesty ha indagado 78 denuncias de personas interrogadas por presunta participación en actos terroristas o conocimiento de los mismos. Durante la elaboración de su informe, el equipo investigador se entrevistó con funcionarios gubernamentales, judiciales y de la policía.

Procedimientos brutales

La mayoría de los casos estudiados aluden a procedimientos brutales como los enunciados al comienzo de esta crónica, pero Amnesty refiere también denuncias de amenazas de asfixia (bolsas de plástico en la cabeza), quemaduras con cigarrillos o daños en los órganos genitales cuya investigación «muestra correspondencia entre los malos tratos alegados y los signos observados».La organización de derechos humanos, afirma que las leyes de excepción en el Ulster han lesionado los derechos de los detenidos y ayudado a crear las circunstancias en que los malos tratos son posibles impunemente. Según Amnesty, una proporción de los convictos de terrorismo ante los tribunales especiales lo son exclusivamente en base a confesiones propias obtenidas durante los interrogatorios. El documento ahora publicado, que fue enviado al Gobierno a comienzos de mayo, pide medidas para acabar con la situación denunciada recomienda una investigación urgente e imparcial sobre los hechos. El comité ejecutivo de la organización humanitaria ha advertido al ministro para el Ulster que siguen llegando a su sede informaciones de malos tratos.

La policía niega

Las autoridades policiales rechazan la evidencia de las pruebas aportadas por Amnesty, alegando que los miembros del equipo investigador no han tenido acceso a fichas e informes médicos imprescindibles para una evaluación correcta.Simultáneamente, el jefe de seguridad de la provincia ha pedido públicamente que se facilite la identidad de los denunciantes, esgrimiendo para ello que ningún policía de servicio en el UIster ha sido encarcelado por malos tratos. Amnesty ha rechazado una petición que vulneraría la garantía de respeto del anonimato dada a todas las personas interrogadas en el Ulster.

Las organizaciones de derechos civiles han terciado afirmando que los casos investigados ya fueron denunciados en su día a las autoridades. El impacto del informe dado a la publicidad anoche puede medirse por la inusual medida policial de publicar un folleto encomiando las condiciones del centro de interrogatorios de Castlereagh, en Belfast, «uno de los que mejores condiciones reúnen en el Reino Unido».

Previsiblemente, la polémica iniciada se ampliará a Finales de este mes, cuando comience en Belfast la investigación sobre la muerte, hace un mes, de Brian McGuire, que fue encontrado ahorcado en su celda de Castlereagh veinticuatro horas después de haber sido detenido en relación con el asesinato de un policía.

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