_
_
_
_

Los referéndums de mañana suponen un plebiscito sobre el sistema de partidos

Juan Arias

Mañana domingo, más de 41 millones de italianos están convocados para decidir en referéndum si deben ser abrogadas o no dos leyes parlamentarias: la Ley Reale, relativa al orden público, y la ley que autoriza al Estado a subvencionar a los partidos políticos. Se espera un alto índice de abstenciones en esta convocatoria, en la que más que una votación sobre dos leyes especificas, los italianos plebiscitarán el vigente sistema de partidos en Italia, o la política actual de unidad nacional. Sobre estos referéndums informa desde Roma .

El referéndum fue promovido por el Partido Radical que dirige Marco Panella, un partido que recoge un 2% de votos pero que es uno de los más tenaces defensores de las «libertades civiles». Los radicales recogieron más de medio millón de firmas para que se celebrasen nueve referéndums. Los otros siete se referían al aborto, al Concordato, a los delitos de opinión, a los tribunales y códigos militares fascistas, a la comisión investigadora del Parlamento, y a la ley de manicomios.La Corte Constitucional declaró que «no ha lugar» para cuatro de ellos. Los otros, aborto y leyes de manicomios, se hicieron innecesarios porque el Parlamento aprobó dos leyes que cambiaban radicalmente la legislación anterior.

Lo que más preocupa de estos referéndums es que, como sucede siempre en Italia, se han convertido en un verdadero referéndum político.

La gente que votará y la que se abstendrá no lo hará principalmente por estas dos leyes, porque saben que la Ley Reale será modificada enseguida en el Parlamento y que el Estado dará el dinero a los partidos, como hizo siempre, en un modo u otro. Se está temiendo que este voto signifique un verdadero proceso a los partidos: «El voto -escribe La Stampa-, tendrá un notable significado político general: será un plebiscito a favor o en contra de los partidos.»

Entre la democracia directa y el totalitarismo

El director del diario Repubblica, Eugenio Scalfari, uno de los intelectuales del área socialista más agudos, afirma que estos referéndums serán un test acerca de la actual política de unidad nacional. Y añade que los socialistas, que se están apartando cada día más de esta política, son los que más han echado la carne en el asador en esta campaña electoral, que ayer quedó cerrada, hasta el punto que han dejado a sus militantes libertad de conciencia en el voto. De hecho, figuras del PSI de primera plana. como Giacomo Mancini y Riccardo Lombardi, han declarado que votarán a favor de la abrogación de la ley Reale.Toda la prensa destaca que entre quienes voten sí existe, sin duda, una voluntad antl-partidos. Por esto los partidos de la mayoría de Gobierno han pedido, alarmados, que se vote no. Lo que sucede es que entre los que votarán sí, existen dos posiciones diametralmente opuestas: votarán juntos quienes piensan que la política de los partidos tradicionales está trasnochada y que es necesario poner en práctica la democracia directa y quienes, al contrario, lo que desean es que desaparezcan los partidos, pero para implantar un régimen autoritario.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Esto es lo que ha llevado a Moravia a declarar que votará a favor de la ley de subvención pública de los partidos porque este voto «debe ser una demostración de confianza del pueblo en el pluralismo político que animó la lucha contra el totalitarismo».

Los partidos, preocupados

El miedo a que los italianos emplecen a perder confianza en los partidos, dejando de considerarles como expresión de los intereses populares, está preocupando mucho a comunistas y democristianos en este referéndum.Paese Sera escribía ayer en su editorial: «Desde el primer momento los promotores del referéndum trataron de socavar, desde los cimientos, los lazos que unen a los partidos democráticos con el electorado, poniendo en discusión la representatividad de los actuales partidos. »

División en la izquierda

Otra preocupación de los comunistas es que estos referéndums pongan de relieve la división que existe en la izquierda italiana. Por supuesto, votará en contra de los comunistas toda la nueva izquierda unida y se calcula que casi la mitad de los socialistas. Por otra parte, los socialistas temen que un mar de votos a favor de esta ley Reale pueda significar que el país pide mayores poderes para la policía.Mientras, los demás partidos piensan que si aumenta el número de quienes votan contra la ley, esto podría suponer un test para el terrorismo, que estaría seguro de contar con un área de consenso contra el rigor de la clase dirigente actual.

Por «su parte, los radicales y la nueva izquierda. y parte de los socialistas, declaran que lo que ellos pretenden es una forma diversa de gobernar menos burocrática y con mayor participación real de la base.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_