Maniobra diplomática del Gobierno rodesiano
El Gobierno británico ha sido emplazado por el Consejo Ejecutivo rodesiano para que envíe a Salisbury observadores del proceso político perfilado en el «acuerdo interno» y que debe acabar en unas elecciones generales que, a finales de año, transfieran el poder a la mayoría negra. La invitación formal hecha a Londres por iniciativa de Nba-Daningi Sithole, uno de los nacionalistas moderados que comparten el poder con lan Smith, tiene como objetivo confesado la legitimación por vía indirecta del Gobierno multirracial rodesiano.La nueva maniobra diplomática pone al Ministerio de Asuntos Exteriores británico entre la espada y la pared, y refuerza los argumentos de la oposición conservadora en favor de un reconocimiento del régimen de Salisbury. No por casualidad, su anuncio en la capital rodesiana coincide con el comienzo, en el Parlamento de Londres, de un debate sobre política exterior, en el que el señor Owen, responsable del Foreign Office, deberá ocuparse de los últimos acontecimientos rodesianos.
La invitación de Sithole, que se ha producido después de que los cuatro grupos representados en el Consejo cuatripartito que dirige el país dieran su asentimiento, ha sido transmitida al enviado especial del Foreign Office en Rodesia -John Graham, jefe del departamento africano-, que llegó el lunes a Salisbury, junto con el embajador norteamericano en Zambia, para intentar relanzar la idea de una conferencia entre el Gobierno interino y los guerrilleros del Frente Patriótico de Zimbabwe.
La iniciativa rodesiana prevé explícitamente la incorporación de observadores británicos a las tareas del Consejo Ejecutivo, del Gobierno y de los comités militar, constitucional y electoral, es decir, a todos, aquellos organismos decisivos en la conducción del proceso político del país. El memorándum presentado por Sithole a sus colegas para avalar su propuesta afirma que su presencia (alude a la misión inglesa) ayudaría a establecer la credibilidad del acuerdo interno y del Gobierno de transición.
El nuevo proyecto de Salisbury se produce a la vez que toman cuerpo en Londres los rumores de un fortalecimiento de las guerrillas basadas en Mozambique.
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