Los transportistas autónomos acusan a la grúa de trabajar ilegalmente
La Asociación de Transportes Discrecionales de Mercancías de Madrid ha denunciado que muchos de los vehículos-grúa utilizados en la ciudad para la recogida de coches mal aparcados se encuentran en situación ilegal, ya que carecen de la tarjeta de transporte, requisito imprescindible para poder circular.La asociación ha recibido numerosas denuncias por parte de sus asociados en este sentido, pidiéndole que actúe contra este tipo de favoritismo que el Ayuntamiento tiene para con Cemesa, la concesionaria del servicio. Según el comunicado, todos los vehículos que realicen transportes de servicio privado o público deberán estar provistos de la correspondiente tarjeta de transporte, que expide la Dirección General de Transportes Terrestres, y la ley señala que se impondrán multas de hasta 10.000 pesetas a los vehículos que carezcan de ella.
La multa máxima por reincidencia sería de 25.000 pesetas y puede llevar aparejada el precinto del vehículo. La nota añade que gran parte de las grúas de Cemesa no disponen de la tarjeta en cuestión, mientras que el resto del sector está sometido a una fuerte vigilancia municipal, hasta el extremo de que las tarjetas en el mercado negro alcanzan precios muy altos.
La Asociación de Transportistas Autónomos expone en otro comunicado que desde 1975 viene solicitando al Ayuntamiento que se realicen una serie de modificaciones tendentes a mejorar el tráfico. Pasados tres años, la única respuesta del delegado de Circulación y Transportes es «que es mejor que sigan trabajando en la ilegalidad».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
