Carter pide a la OTAN que responda a la intervención soviética en Africa

El presidente norteamericano, Jimmy Carter, dijo ayer que la OTAN no puede ser indiferente a la presencia de cubanos y soviéticos en Africa, y acusó a la URSS y a otros países del Pacto de Varsovia de haber incrementado sus efectivos militares muy por encima de sus «legítimas necesidades defensivas».

Durante el discurso inaugural de la reunión en la cumbre de la Alianza Atlántica, que se celebra en Washington, Carter se expresó en términos críticos hacia la Unión Soviética, similares a los empleados 48 horas antes por su consejero para asuntos de seguridad, Zbigniew Brzezinski.Al dirigirse a los trece jefes de Estado o de Gobierno que asisten a la cumbre de la Alianza Atlántica, el presidente norteamericano dijo que aunque la OTAN se centra esencialmente en Europa, su vigilancia no puede limitarse a este continente. «Las actividades de la Unión Soviética y Cuba en Africa están impidiendo a algunas naciones seguir sus propios caminos y, corno miembros de la mayor alianza mundial, nosotros no podemos ser indiferentes a esos acontecimientos», añadió.

Carter elogió seguidamente los esfuerzos realizados por países aliados a favor de la paz en Africa, en una alusión a la intervención militar franco-belga en la guerra de Shaba, en Zaire, y dijo que la OTAN debe preocuparse por las actividades cubano-soviéticas, no sólo por lo que significan para Africa, sino también porque afectan, a largo plazo, a los intereses de la Alianza Atlántica.

El presidente norteamericano afirmó que la OTAN es «una alianza defensiva», que debe adecuar sus efectivos a amenazas militares futuras del Pacto de Varsovia. Carter dijo que la URSS ha incrementado constantemente su poder bélico en los últimos diez años y que, como otros países del Pacto de Varsovia, ha superado con mucho las necesidades defensivas legítimas para pasar a convertirse en una amenaza.

Carter prosiguió así en su discurso ante la cumbre de la OTAN las críticas de su Administración contra la presencia cubano-soviética en Africa, que se iniciaron hace una semana, cuando el presidente acusó a les cubanos de compartir la responsabilidad de la guerra de Shaba con Angola. Más tarde, Zbigniew Brzezinski amplió esta responsabilidad a la Unión Soviética y Alemania democrática.

El secretario general de la OTAN, Joseph Luns, se refirió también a la presencia soviética en Africa, y pidió un punto de vista unánime de los países miembros de la Alianza respecto a este tema, para recordar después la «naturaleza peligrosa del mundo en que vivimos». Luns pidió la aprobación del programa conjunto de defensa, a largo plazo de la OTAN, que costará unos 80.000 millones de dólares en quince años, y se mostró preocupado por la debilidad del flanco sureste de la Alianza, a causa de la disputa greco-turca sobre Chipre.

Poco después de la intervención de Carter, el primer ministro de Turquía, Bulent Ecevit, que es presidente de honor de la cumbre atlántica, se dirigía a los restantes jefes de Estado o de Gobierno en términos mucho más conciliadores hacia la URSS y los países socialistas.

Ecevit, que no oculta su disgusto por el embargo de armas impuesto por Washington contra Turquía que el Senado norteamericano se niega a levantar, resaltó en su discurso la necesidad de la detente y la importancia del diálogo con la Unión Soviética. «Las sociedades libres no deben temer el intercambio y deben abrirse más al mundo », dijo Ecevit, quien se mostró partidario de una «comprensión mutua» con el bloque oriental.

Entrevista Oreja-Vance

Ayer el Departamento de Estado confirmó oficialmente que el secretario de Estado norteamericano se entrevistará con el ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, el día 2 de junio.

El ministro español viajará a Estados Unidos por esas fechas para exponer la posición española ante la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el desarme, que comenzó la semana pasada en Nueva York.

Coincidiendo con la presencia en Estados Unidos de altas representaciones diplomáticas extranjeras, Cyrus Vance ha programado encuentros con cerca de una veintena de ministros de Asuntos Exteriores, entre los cuales se ha reservado un lugar al español.

En las conversaciones Vance Oreja se plantearían temas como la eventual incorporación de España a la OTAN, la situación en Africa, concretamente en el Sahara, así como temas bilaterales relacionados con la aplicación del tratado hispano-norteamericano firmado por los dos países en 1974.