¿Crisis o desarrollo del marxismo?
Tres son las aportaciones de esta obra al campo de la investigación marxista. La primera de ellas es el descubrimiento, ya público, de una crisis en el marxismo cuya causa básica la atribuye, el autor, al dogmatismo que considera los textos de Marx y Engels «como la expresión acabada de la verdad, válida universalmente en el tiempo y el espacio, sin atender a la exigencia de un desarrollo ulterior». Pero Mauro Olmeda va más allá y acusa a la filosofía marxista, por su carácter de ciencia de las ciencias, su universalidad teórica o sistema cerrado y concluso, de la ininteligibilidad de los hechos nuevos, que desconciertan y asombran a una razón esquemática y sintética. ¿Qué soluciones propone el autor para esta crisis? Primero, reconocer las insuficiencias, lagunas, conceptos equivocados que, a veces, con tienen las obras de Marx y Engels. Segundo, la necesidad de la historia para la filosofía, pues ésta sólo puede abrirse y salir de su circuito cerrado, si se somete a la ley de la temporalidad. No se trata de rehacer una historia de la filosofía, sino que la historia misma, el proceso temporal, sea filosofía o, al revés, que la filosofía se integre a la historia. Y, en efecto, el problema es salir del estancamiento del marxismo, pues, como dice con acierto Faustino Cordón, «cuando una ciencia se estanca (y ese peligro acecha al materialismo histórico y al dialéctico) está en riesgo inminente de dejar de ser ciencia, conquista activa del conocimiento verdadero, para convertirse en dogma». Y así tenemos, por ejemplo, cómo de unas meras sugerencias artístico-estéticas de Marx edificó Lukacs su monumental Estética, de unas formulaciones brevísimas de Marx sobre el ser y la realidad construyó también una Ontología y una Etica, sobre la base puramente lógico-formal de la Dialéctica de la Naturaleza, de Engels, crearon Leontiev y Luria la nueva psicología experimental soviética y la investigación científica del italiano Geymonat; los principios elementales del materialismo dialéctico, a la luz de la ciencia moderna, han sido desarrollados por Michael Omelianovski en Sobre la contradicción dialéctica en la física contemporánea y también la obra del físico V. A. Fok Física cuántica y problemas filosóficos. Ante tan vasta y enriquecedora producción, ¿Puede hablarse de crisis del marxismo? Sí y no, debemos responder, de acuerdo a la dialéctica de Abelardo. Afirmativamente, porque persisten zonas de oscurantismo escolástico, conceptos marxistas rígidos y petrificados que se han codificado. Y negativamente porque hemos visto existe un innegable desarrollo, científico del marxismo.La segunda aportación de Mauro Olmeda consiste en la aplicación de los principios de la dialéctica que, por sí mismos, son formas lógicas del pensamiento, a la realidad histórica para hacerla inteligible. Así resulta muy iluminativa su explicación del «milagro griego», resultado de una acumulación prodigiosa de experiencias cuantitativas que determinaron un cambio cualitativo. No se trata de ilustrar, por un ejemplo, la verdad de la lógica dialéctica, sino de una explicación racional-real de la sucesividad histórica. Ciertas ejemplificaciones ilustrativas de las leyes de la lucha de los contrarios y de la negación de la negación, lo que no anula la validez de su metodología histórica, antes al contrario la reafirma cuando dice: «No es posible formular adecuadamente la interpretación de una etapa histórica a la luz de los principios de la dialéctica», es decir, sin un conocimiento exacto y total de los hechos que se investigan. En síntesis, para el autor, el método dialéctico es el histórico-genético de investigación.
La crisis de la investigación en el campo de la dialéctica materialista
Mauro Olmeda. Editorial Villalar. Madrid, 1977.
La tercera aportación es la crítica a la interpretación marxista de las fases de la historia, por considerarla demasiado esquemática, y exige la introducción de transiciones más sutiles. El capítulo Revolución social de la prehistoria refuta la tesis del modo de producción asiático, formulado por Marx en Formaciones precapitalistas, pues piensa que esa visión esquemática de la historia obedece a que Marx aplica las tesis de El capital a las formaciones económicas pre-capitalistas.
Las formulaciones críticas de esta obra pueden, sin duda, contribuir a un desarrollo ulterior de esa filosofía de la historia que Marx dejó incompleta y, sobre todo, a iluminar las zonas oscuras de las etapas de transición de una estructura social a otra.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.