Kevin Raffin
acaba de cumplir dos años en Chicago. Es un cumpleaños milagroso. Kevin nació con una bala del calibre 32 en su cuerpo. El pequeño, de raza negra, estuvo acompañado de su madre, Denise, en la celebración. Denise recibió un disparo en el abdomen, en una reyerta callejera, cuando estaba encinta. La cesárea salvó a Kevin, que sigue con el proyectil en su cuerpo. « Es el único niño del mundo que ha sobrevivido en circunstancias parecidas», ha declarado el doctor James Williams, del equipo médico que contribuyó a salvarle.
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