Consenso parlamentario sobre el anteproyecto de Constitución

El debate general sobre la Constitución concluyó ayer con un pleno acuerdo de base entre los grupos parlamentarios que integran la Comisión constitucional, a la vez que se hicieron patentes las discrepancias de la izquierda republicana e independentista respecto al consenso político de principio en el que participan las fuerzas con mayor representación en la Cámara. La intervención, del diputado independiente aragonés, señor Gómez de las Roces, as! como la del ministro de Justicia, señor Lavilla, insistieron en la idea de¡ consenso, ambos desde posiciones muy conservadoras.

La primera parte de la jornada parlamentaria sobre la Constitución ofreció, en efecto, un acentuado cariz derechista y moderado, en contraste con las intervenciones del día anterior, sobre todo a cargo de los señores Barrera y Letamendía. Ayer, Hipólito Gómez de las Roces, cuya candidatura obtuvo el 15 de junio un total de 37.183 votos y su único escaño se alineó en las proximidades de la derecha parlamentaria, más cerca de Alianza Popular que de Unión de Centro Democrático. Aunque sin el énfasis de¡ señor Fraga, fue el único diputado que se le unió en el rechazo del término nacionalidades.Por su parte, Landelino Lavilla, en su intervención en nombre del Gobierno, sumó sus criterios a los ya ofrecidos por UCD, expresados desde una perspectiva tal vez más conservadora, al mismo tiempo que convocó a la conjunción de esfuerzos para lograr una Constitución de todos. No excluyó alusiones a la utopía -como ya hiciera Miguel Herrero- ni a la prioridad de la efectiva garantía de los derechos sobre su enfática proclamación constitucional. El destinatario de tales apreciaciones no era otro que el PSOE, en cuyo nombre, Gregorio Peces-Barba dijo al ministro que combatía contra molinos de viento.

El turno de rectificaciones no ofreció grandes novedades en una sesio; n en la que los diputados tuvieron un oído en las palabras que se pronunciaban en el podio de oradores y otro en las reacciones socialistas al bombazo de la anunciada renuncia del PSOE al marxismo.