Juan Calos: "La serena actitud de los ejércitos no significa inhibición o renuncia"

El Rey presidió, a mediodía de ayer, en la Escuela de Estado Mayor del Ejército de Tierra, la entrega de diplomas e imposición de fajas a los alumnos de la 74 promoción, informa En el acto, don Juan Carlos pronunció unas palabras en las que dijo que «la actitud serena y comprensiva del Ejército no puede significar inhibición o renuncia con respecto a las altas ideas y a las normas vigentes esenciales, pues ni una ni otras pueden verse atacadas nunca por el ejercicio de la violencia, por el menosprecio de nuestros valores históricos, por las afrentas a nuestros símbolos y a nuestras tradiciones».

Con el Rey ocuparon la presidencia el vicepresidente militar, teniente general Gutiérrez Mellado, el ministro de Educación, Íñigo Cavero, el jefe del Alto Estado Mayor y los jefes de Estado Mayor de los tres Ejércitos. Altas autoridades militares y las mesas de las comisiones de Defensa del Congreso y el Senado ocuparon lugares preferentes.Tras la entrega de los diplomas y la imposición de fajas y condecoraciones, el general jefe de la escuela pronunció la última lección del curso. Finalmente, el Rey pronunció un discurso, en el que dijo, entre otras cosas, lo siguiente:

«Son necesarias, en grado sumo, en la vida diaria del Estado Mayor lealtad al mando, informando veraz, objetiva y desapasionadamente para que el jefe pueda tomar decisiones con acierto y oportunidad. Disciplina que se traduce en obediencia consciente y responsable.»

«Es imprescindible que la identificación de los españoles con sus Fuerzas Armadas se manifieste en un profundo respeto hacia quienes tienen como misión fundamental la defensa de la nación y del orden institucional.»

«Es evidente la necesidad de actuar dentro de la legalidad más estricta, pero, precisamente por ello, seamos todos respetuosos con la legislación que rige en los ejércitos, con las instituciones fundamentales y con los principios inmutables que inspiran los sentimientos y la conducta de los militares.»

«A través del delicado período de transición al que estamos asistiendo, cuando tantas veces los ojos de los españoles se vuelven hacia sus ejércitos, las Fuerzas Armadas están dando el ejemplo constante de su prudencia, de su comprensión y de su patriotismo. Nadie puede sentirse ajeno al desarrollo de los acontecimientos y a los deseos de orden, de seguridad y de permanencia, pero el mérito estriba en encerrar, si es preciso en lo más íntimo de nuestro ser, los sentimientos individuales para acatar las decisiones que con carácter general inspire una voluntad superior.»

«Seamos respetuosos con quienes nos respeten, y que los demás lo sean con los ejércitos que respetan, disciplinados y vigilantes, la marcha de una evolución indispensable. »

«A todos los miembros de nuestros ejércitos os pido confianza en vuestro Rey, de la misma manera que en vosotros confío, como depositarios de las más altas virtudes militares y como defensores de la paz, de la integridad de nuestro territorio y de la bandera, que simboliza la historia y la grandeza de nuestra Patria.»