La CGT francesa ataca a la Federación Sindical Mundial
La central sindical francesa CGT (Confederación General de Trabajadores), de tendencia comunista, ha declarado la guerra a la Federación Sindical Mundial, organismo que agrupa a los sindicatos de los países socialistas, a la que perteneció también la CGIL italiana.
La CGT francesa aprovechó el noveno congreso de la FSM, celebrado este fin de semana en Praga, para defender la libertad y la independencia sindicales. La central francesa se retiró de la dirección y amenazó con abandonar el organismo si la FSM «no sale de sus viejos esquemas y se actualiza».La FSM está dominada, con el 90% de los mandatos, por los sindicatos de los países socialistas del Este europeo. Este dato explica su ostracismo y la postura disidente de los representantes de la CGT francesa, conducidos por su secretario general, Georges Séguy: «El noveno congreso de la FSM -advirtió de entrada el líder sindical francés- se confronta con una doble crisis. En primer lugar, la crisis económica mundial. En segundo lugar, la crisis del sindicalismo mundial. En consecuencia, de no renovarse, la FSM desaparecerá en medio de la indiferencia general.»
La actitud de la CGT, la única central importante del mundo capitalista que está integrada en la FSM, dominó los debates, que se extendieron a lo largo de la semana última.
Incidente con la prensa checa
El señor Séguy, en su intervención, planteó el problema de las libertades y de la independencia sindicales. El órgano de los sindicatos checoslovacos publicó las palabras del dirigente francés, pero censuró su alusión a las libertades ya referidas. Por fin, el viernes pasado. tras una protesta de la que informó ampliamente el diario comunista francés L'Humanité, el periódico de los sindicatos Prace tuvo que publicar íntegramente el texto del señor Séguy.Por otra parte este último, el sábado pasado, volvió a intervenir para responder a otro dirigente de la FSM que había calificado a la CGT de nacionalista: «Si este tipo de anatemas contra la CGT se repiten -amenazó el señor Séguy-, la atmósfera sé haría irrespirable en el seno de la FSM.»
El líder sindical francés anunció que su central se daba de plazo un año para meditar sobre su eventual dimisión del organismo sindical. «Para nosotros -añadió- el criterio fundamental del sindicalismo de clase no consiste en hacer sindicalismo a la sombra de las decisiones del partido, sino el sindicalismo directamente al servicio de la clase obrera.»
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