Suárez reafirma la unidad de España ante los legionarios
Con un acto en el auditorio de los Jameos del Agua, en la isla de Lanzarote, finalizó oficialmente la visita de Adolfo Suárez al archipiélago canario iniciada el jueves pasado en la isla de Hierro. El presidente del Gobierno y los ministros Martín Villa y Otero, que le han acompañado en el viaje, así como el asesor presidencial señor Olarte, regresarán hoy a Madrid.
La última jornada de Adolfo Suárez en Canarias ha tenido también un importante carácter militar con la visita realizada al tercio de la Legión don Juan de Austria, en Puerto del Rosario, donde presenció un homenaje a los legionarios muertos. Al final del acto, y después de las intervenciones del coronel jefe del tercio y del capitán general de Canarias, el señor Suárez expresó a los legionarios la gratitud a este cuerpo del Ejército español por sus servicios prestados en acciones de guerra y en la paz.«Es importante reafirmar la defensa de la unidad e integridad de nuestra Patria, aquí y ahora, ante vosotros, caballeros legionarios, que habéis hecho de toda vuestra vida un servicio a la paz bajo el lema del honor; es importante hacerlo así porque aquí España se siente más España, porque aquí Canarias alcanza su dimensión atlántica al sentirse entrañablemente unida a todos los hombres y pueblos de España», dijo el presidente del Gobierno en un breve discurso.
En la isla más próxima al continente africano el señor Suárez dijo ayer ante la Legión las más contundentes palabras que se le han oído en Canarias sobre la injerencia de la OUA en los asuntos del archipiélago. «Vuestra causa es la de España, como se ha puesto de manifiesto cuando alguien intentó atentar contra la soberanía e integridad de España. Entonces -recordó-, el Parlamento español, el Gobierno y el pueblo, unidos todos en torno a su Rey, manifestaron la Firme decisión de no tolerar injerencias que pongan en peligro la consecución de un Estado de Derecho libre, justo e igual para todos». «Pienso -añadió el presidente- que en vuestro desprecio a la muerte existe el canto más bello de amor a la vida, a una vida libre, justa y digna en la que cada uno de los españoles se sienta titular de su destino.»
Por último, reiteró que ni el Parlamento ni el Gobierno ni el pueblo español están dispuestos a ceder su patrimonio ante nada ni ante nadie, y finalizó sus palabras con vivas a la Legión, al Rey y a España, que fueron respondidas por los legionarios.
Por su parte, el capitán general de Canarias se presentó al presidente del Gobierno «como un legionario más que ha fundido su sangre cinco veces con todos estos caballeros». «Hoy no estará extrañado -dijo- de cuando afirmé rotundamente que Canarias sería siempre España, que siempre estaría bien defendida y que reinaría en ella la paz y el orden, porque estas unidades que tiene ante su presencia son un elemento poderosísimo de disuasión, pero si fuera preciso todos estos caballeros legionarios combatirían bajo mis órdenes hasta perder la vida.»
A continuación, pasando de la fórmula señor presidente al tuteo indistintamente, como hizo repetidas veces en su discurso, el teniente general Prada Canillas dijo a Suárez: «Cuando regreses a Madrid, en la intimidad de tu despacho, y tengas que resolver los problemas gravísimos que pesan sobre tus hombros jóvenes y discutir con algún traidor, toma las decisiones que sean, pero siempre pensando en la unidad sagrada de España, siempre respetando a nuestra enseña nacional, siempre acatando la voluntad del Rey; toma las decisiones por graves que sean, que siempre vas a tener detrás de ti en esa línea de actuación a todos los caballeros legionarios.»
El coronel Pallas, jefe del tercio Juan de Austria, presentó en su breve alocución la hoja de servicios, las victorias, las víctimas y las laureadas de la unidad militar y, entre otras cosas, recordó que «los legionarios no reclamamos derechos, exigimos obligaciones que es lo que hace falta para la grandeza de España».
Hacia la una de la tarde, el acto se cerró con unos ejercicios de instrucción y con el desfile de la Legión ante el presidente del Gobierno. A la salida del acuartelamiento, Adolfo Suárez fue saludado efusivamente por familiares de los militares y por la población de Puerto del Rosario. Momentos después se dirigió hacia el aeropuerto para trasladarse a Lanzarote.
Suárez, en Lanzarote
A primeras horas de la tarde, Adolfo Suárez llegó al aeropuerto de Lanzarote y se trasladó directamente al castillo de San José, donde mantuvo un almuerzo de trabajo con el Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo de Lanzarote. Después de recorrer parte de la Isla se reunió en Arrecife con los pescadores, quienes le expusieron sus problemas -muy graves desde la pérdida de los caladeros saharianos- y sus inquietudes, refrescadas hace cuatro días por el secuestro del pesquero Las Palomas.
A las siete y media el presidente mantuvo una reunión de trabajo con el Cabildo y ayuntamientos de Lanzarote en la línea de los que ha venido celebrando a lo largo de todo su viaje. Se le plantearon problemas específicos, como son los lo son la enseñanza, las carencias en materia de refugios pesqueros (hay cuatro previstos en el plan provincial) y en carreteras. También le fueron expuestos otros problemas específicos como lo son los relativos a la producción y distribución del agua potabilizada y los problemas sanitarios de la capital derivados de los vertidos de aguas residuales y de la industria pesquera en la zona de La Charca.
Finalmente, se le pidió al presidente un incremento de las dotaciones para atender el plan de esta isla, dentro del plan provincial, del orden de los mil millones de pesetas.
El ministro de la Presidencia, señor Otero, declaró anoche a los periodistas que los problemas más urgentes de Canarias serán abordados ya en el próximo Consejo de Ministros, que podría celebrarse el próximo viernes. Asimismo confirmó que él formará parte de la comisión encargada de vigilar el cumplimiento de las medidas adoptadas por el Gobierno en relación con Canarias.
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