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Reportaje:

Eva Reich: "la ciencia oficial ha ignorado el trabajo de Wilhelm Reich"

Veintiún años después de que Wilhelm Reich muriera en una cárcel de EEUU, su hija Eva, psicoanalista, orgonterapeuta y pionera en la actualidad del «nacimiento sin violencia», llegaba a Valencia para dar a conocer la vida y obra del incómodo autor de La revolución sexual y Psicología de masas del fascismo. Aunque en la historia de la ciencia, en el campo de la psicología, sea considerado como una de las figuras equiparables a Freud o Laing, la difusión de sus libros hasta hace poco estaba prácticamente vetada en España. «Espero que sus libros sean traducidos al español y que se pueda conocer lo que él dijo y no lo que otros dicen que dijo.»

Eva Reich, sin más intermediarios, ofreció desde la tribuna del salón de actos de Medicina toda la obra de Reich en microfilm, siempre que existiera un aparato para su lectura. Esta donación, al parecer, pasará a la facultad de Económicas, donde podrán consultarse libremente las teorías reichianas, muchas de ellas en manuscritos.«Reich, en broma, decía: "He hecho algo, he desabrochado la cremallera de la humanidad". Intentó mirar a las personas en su núcleo más profundo, por debajo de las apariencias amables sociales. Y descubrió la energía orgánica que a finales de su vida analizó matemáticamente y llegó a aplicarla. Desde estudiante se preocupó por la energía de la líbido, por esa energía que hace que las personas se amen. Después de demostrar su existencia, trató que fuera aplicable a nivel práctico. Hacer todo esto en los años veinte, con el puritanismo inglés y Bismarck en Alemania, fue muy valiente. Una de sus obsesiones fue la existencia muy amplia de mujeres frígidas que llegaban al matrimonio sin prácticamente conocer el sexo. Así, el hecho de acceder a una sexualidad regularizada era muy violento para ellas. También defendió los derechos de los niños y jóvenes a tener deseos y sentimientos sexuales. Escribió diciendo que la masturbación no era un mal patológico, ni producía tuberculosis, sino que es una expresión normal de descarga de la energía del propio cuerpo. En aquella época a los niños se les pegaba si se tocaban los genitales. Tanto la masturbación como la sexualidad hay que desarrollarlas desde temprana edad.»

A finales de los años veinte Wilhelm Reich inicia un período de activismo político. Freud y Marx marcan las pautas de su trabajo. Crea una clínica de higiene sexual en Viena, pionera en la época, donde se práctica el control de la natalidad y mediante el aborto se ayuda a que las mujeres actúen libremente con sus emociones y deseos de amor. «Reich, al contrario que Freud, no creía en el principio de la muerte. También cambió las técnicas tradicionales del psicoanálisis al situarse en las sesiones frente al paciente -para que le viera, en lugar de detrás de su mirada- En los años treinta se trasladó a Berlín y organizó el Sex Pol, que tenía como objetivo la política sexual. El último manifiesto de esta organización data de 1936. En el mayo francés aparecieron de nuevo todos sus planteamientos, después que permanecieron en los países nórdicos a raíz del desmantelamiento de Hitler. Sus objetivos eran afirmar que las mujeres tienen derecho a su propio cuerpo, que los jóvenes tuvieran lugares adecuados para hacer el amor. Defendía a los homosexuales y se manifestó en contra de la monogamia por ley, ya que las relaciones sexuales llega un momento en que pierden interés. No es una casualidad que los países escandinavos vayan por delante en la revolución sexual, gracias a esta difusión del Sex Pol. En las escuelas se enseña educación sexual. La asistencia a la asignatura no es obligatoria. Lo obligatorio es que todas las escuelas den este curso.»

La siguiente etapa de su vida comienza con la formación de un laboratorio de energía en Oxford, donde analizaba sus variaciones en las sensaciones agradables y desagradables. Comprobó que las sensaciones tienen un potencial objetivo y que puede medirse el potencial eléctrico de la piel. Describió la bioenergía como energía vital de tipo eléctrico aunque más concreta que ésta y la magnética. Estudió también infusiones de hierbas en busca de amebas para experimentar su proceso de muerte y degeneración y luego de regeneración. Entonces afirmó que toda la energía se concentra en biones. Investigando con la ayuda de microscopios de 4.000 aumentos ópticos, rompió el principio de que toda célula procede de una célula, para establecer que puede proceder de la desintegración de biones.

Cáncer

La biotapia del cáncer y las aplicaciones prácticas del acumulador de energía orgónica y cloud-buster (rompe-nubes) constituyen tres temas destacados en sus últimos años. «El doctor Reich -prosigue explicando su hija Eva- estudió el cáncer como una contracción del sistema biológico de la persona. Es como si hubiese una debilidad del cuerpo durante toda la vida y, al final, éste se desintegra muriendo antes incluso de que el propio cuerpo muera físicamente. Los órganos se desintegran en forma de biones cuando la persona todavía vive. Así vio que era posible ayudar a estas personas recargándolas con energía o con alimentos no cocinados que tuvieran clorofila. El cáncer está realizando estragos. En Estados Unidos un 25% de la población está aquejada, es decir, uno de cada cuatro americanos tiene cáncer. Cada vez abundan más sustancias que lo producen, como las radiaciones nucleares, de las televisiones, fluorescentes, pesticidas, cigarrillos, etcétera. De todas formas, en este tema se desconoce lo que realmente aportó el doctor Reich, que son las características caractereológicas del canceroso. Es una persona resignada, hacia dentro, masoquista, poco activa sexualmente, como si tuviera un sufrimiento interior que le va comiendo.»Con el acumulador de energía orgánica Reich ayudaba a restaurar la energía en el organismo. No intentó curar el cáncer, porque sabía que no se podía combatir ni con el orgón ni con el bisturí, pero sí que alargó en bastantes meses los casos que tenían dos o tres semanas de vida, aplicando el acumulador. «Es como una cabina con una capa metálica que absorbe y repele la energía. En el centro entonces se produce una gran concentración de energía. Así se recarga a las personas que están bajas de energía. Con este aparato estoy experimentando más de veinte años.» En cuanto al rompe-nubes consiste en unos tubos metálicos agujereados, conectados con una corriente de agua. Al moverlos emiten vapor, energía orgónica muerta, que provoca lluvia no tormentosa, pero sí persistente y fina. En 1954 realizó los primeros experimentos en el desierto de Arizona. Eva le acompañaba. «De todas formas, su aplicación primaria no es provocar lluvia, sino refrescar la atmósfera, remover la energía orgónica muerta. Este es un trabajo que debería ser coordinado a nivel de todos los países mediante una cadena de cloud-busters conectados por emisoras de radio, como actualmente se hace con el tiempo meteorológico. La contaminación, la energía nuclear están haciendo desaparecer la energía orgónica, tal como predijo el doctor Reich. Ya no existe el tiempo combinado y suave, sino que los veranos son muy secos y el frío muy agudo.»

La última parte de la obra de Reich está secuestrada por el Gobierno de Estados Unidos, en la Universidad de Harvard. Su hija Eva inició un procedimiento legal para liberar estos papeles, que todavía no ha finalizado. Mientras tanto, puntos de su obra siguen oscuros. A ello hay que agregar la marginación de sus teorías que hicieron blanco contra los totalitarismos fascista y soviético. «La ciencia oficial ha ignorado el trabajo de Wilhelm Reich», afirma Eva, que está dedicando estos años al nacimiento sin violencia, «porque la psiquiatría del futuro es prevenir la neurosis en los niños. Un nacimiento violento, sin cuidar la acomodación al nuevo medio fuera del útero mediante masajes y adecuada temperatura, puede crear un trauma fuerte.» «El doctor Reich afirmó que el mundo de la persona era bueno, pero sus emociones estaban bloqueadas por la sociedad o por él mismo, formándose una extraña coraza. Comprobó con diversas sociedades y tribus que en aquellas en que la sexualidad no era libre se daba la violencia.»

Babelia

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