La Administración Carter superó la prueba del canal de Panamá
La ratificación por el Senado norteamericano del segundo tratado sobre el canal de Panamá, después del debate más largo y acalorado que se recuerda en la historia del Congreso, puso fin a catorce años de negociaciones entre los dos países y representa una importante victoria política para el presidente Jimmy Carter.
El segundo tratado dispone la gradual transferencia de la soberanía sobre el canal a las autoridades panameñas, que tomarán pleno control del mismo a principios del año 2000. La ratificación por la Cámara Alta norteamericana se logró por 68 votos a favor, sólo uno más de los dos tercios requeridos constitucionalmente, y 32 en contra. Idénticos resultados se obtuvieron en la ratificación, a mediados de marzo, del primer tratado en el que se garantiza la neutralidad del canal después del año 2000.
Los riesgos de Carter
Ante el temor de que algunos senadores cambiaran su voto, la Administración Carter se lanzó a una gran ofensiva en los últimos días, que incluyó llamadas telefónicas personales de Carter y del vicepresidente, Walter Mondale, a aquellos legisladores considerados como claves por la Casa Blanca. Votaron a favor de la ratificación 52 senadores demócratas y dieciséis republicanos, mientras que diez demócratas y veintidós republicanos lo hicieron en contra.Una derrota en la votación del martes hubiera significado el más duro revés sufrido por la Administración Carter en los quince meses que lleva en el poder y que habría llegado además en el peor momento, cuando los sondeos de opinión indican un descenso en picado de la popularidad del presidente y cuando quedan por debatirse en el Congreso propuestas de gran importancia, como el plan energético.
La no ratificación por el Senado de los acuerdos que firmaron Carter y Torrijos en septiembre pasado habría tenido también graves consecuencias para las relaciones de Estados Unidos con Latinoamérica, y posiblemente hubiera desencadenado violencias en Panamá, algo que el propio general Torrijos confirmó horas después de la ratificación al indicar que sus tropas habrían atacado la zona del canal si el acuerdo no se hubiera ratificado
Los senadores aprobaron previamente, por 73 votos contra veintisiete, una reserva al texto del segundo tratado en la que se dan garantías de que el derecho de intervención norteamericana para mantener el canal en funcionamiento (recogido en el primer tratado por la famosa enmienda Deconcini), no supone un derecho de «intervención en los asuntos internos de la República de Panamá, o una interferencia en su soberanía o independencia política».
Para capitalizar en lo posible la victoria en el Senado, el presidente Carter viajará a Panamá, probablemente el próximo mes de mayo, con objeto de intercambiar con el general Torrijos los instrumentos de ratificación de los nuevos acuerdos.
El tratado ratificado en la noche del martes, prevé la creación de una comisión que dirija el funcionamiento del canal, formada por cinco norteamericanos y cuatro panameños, el progresivo aumento de la soberanía de Panamá en la «zona» del canal, mayores pagos de Washington a Panamá y, por último, la total transferencia de la soberanía para el 31 de diciembre de 1999. El primer tratado dispone la neutralidad en el futuro de la vía de agua y el derecho de Estados Unidos de intervenir militarmente para garantizar su normal funcionamiento
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