Constituida la Junta de Galicia

En un acto solemne presidido por el ministro para las Regiones, Manuel Clavero, y con la presencia del ministro de Cultura, Pio Cabanillas, quedó constituida ayer en Santiago la Junta de Galicia como órgano que regirá el período preautonómico gallego. Algunos centenares de personas permanecieron a la puerta del histórico palacio de Gelmirez, donde tuvo lugar la constitución oficial, emitiendo continuamente gritos de protesta contra el presidente Antonio Rosón y declarándose por la autodeterminación de Galicia.

Parlamentarios de los distintos partidos de implantación gallega contestaron a EL PAIS que la fecha de ayer quedará grabada como un día auténticamente histórico por tratarse de la primera vez que se constituye en Galicia un ente autonómico de cara al autogobierno. La totalidad de los componentes de la Junta, dieciséis en total, formó parte de la mesa presidencial y asistieron como invitados casi todos los parlamentarios gallegos, los cuatro gobernadores civiles, los presidentes de las diputaciones (Lugo y Orense, representados), el gobernador militar de La Coruña y otras autoridades, así como los representantes de diversas fuerzas políticas y sindicales.Se evidenció la ausencia de las máximas autoridades militares de Galicia, los capitanes generales de la VIII Región Militar y de la zona marítima del Cantábrico, que mandaron telegramas al presidente Rosón. Tampoco asistió el arzobispo de Santiago ni ninguna otra autoridad, a pesar de que el acto oficial se celebró en una dependencia catedralicia, especialmente cedida por monseñor Suquía, arzobispo compostelano.

Algunos partidos legalizados de la Oposición (Falange Auténtica, Asamblea Nacional Popular Galega, PTE, LCR y Partido Carlista de Galicia), que habían sido invitados oficialmente, declinaron su asistencia. Falange Auténtica dio a conocer incluso un comunicado en el que disiente radicalmente de la composición de la Junta, mientras que la Liga se hizo notar en la protesta callejera contra el acto, en la que se practicaron varias detenciones.

Antes de que el ministro Clavero y el presidente Rosón pronunciaran sus discursos, el diputado coruñés de UCD José Manuel Couceiro interpeló fuera del orden del día, a la presidencia protestando contra lo que él considera que puede tratarse de una maniobra de intereses privados al ser nombrado miembro de la Junta el extraparlamentario Marino Dónega. Su intervención originó incluso un pequeño incidente que fue cortado inmediatamente por el ministro para las Regiones, quien dijo al diputado Coucciro que se atuviera a las normas legales. Este amenazaría más tarde, en conversación pública con varios periodistas, con dar a conocer hechos reveladores de su opinión y culpó al senador real Domingo García Sabell de lo que él considera transgresión formal de los acuerdos tomados en su día por UCD.

La tensión había subido ya el día anterior al anunciar el diputado socialista coruñés Francisco Vázquez que no asistiría como invitado al acto para protestar por el hecho de que la constitución de la Junta no se llevara a cabo en la capital de la provincia. Unos hechos y otros están contribuyendo poderosamente a la creación de un visible enfrentamiento político, que alcanza incluso a las propias filas de UCD, algunos de cuyos parlamentarios exteriorizaron ayer su disconformidad con el señor Couceiro.

El presidente Rosón destacó en su discurso, en idioma gallego, la opinión de que Galicia vive ahora mismo un momento profundamente significativo al suponer la Junta la recuperación de la unidad política gallega dentro del conjunto español.