“No sabía que cometiera un acto delictivo”

«Quiero dar una explicación de lo ocurrido porque no quiero que nadie piense que soy tonta al intentar evadir unas medallas que llevaba en el bolso y cuyo valor sentimental es superior al material. Lo que pretendía era hacer tasar las medallas por un relojero suizo para que me diera presupuesto de un reloj en el que fueran engarzadas estas y algunas monedas.» Con estas palabras explicó ayer la duquesa de Franco la retención sufrida el pasado viernes en el aeropuerto de Barajas cuando portaba en su bolso de mano 31 medallas e insignias de oro y brillantes.

La duquesa recibió en la biblioteca de su domicilio -Hermanos Bécquer, 6- a más de setenta informadores. Ningún familiar ni abogado apareció junto a ella. En una pequeña mesa de la biblioteca tenía expuestas una veintena de medallas semejantes a las intervenidas en el aeropuerto.Tras señalar su sorpresa por la forma en que la prensa había tratado la retención en Barajas, pasó a explicar los motivos por los que portaba en su bolso de mano las insignias y medallas. «Yo quería encargar un reloj a un relojero de Laussana, señor Grümer, en cuya esfera quedaran engarzadas las insignias que llevaba. El reloj quería regalárselo a mi madre, porque sería parecido a uno que tenemos y en el que en lugar de guarismos aparecen los retratos de los once miembros que componemos la familia, más un escudo de la casa militar de mi padre. Había pedido a una amiga mía, la señora Glibert Gross, que se enterara del coste que me podría suponer el reloj. Ella me respondió en una carta que sin ver las medallas el relojero no podía dar un presupuesto. Hacía más de cinco años que no viajaba a Suiza y me pareció una buena oportunidad para hacerlo.»

"No conozco bien las leyes"

Inmediatamente se le preguntó a la duquesa que si ella sabía que pasar las mencionadas medallas e insignias constituía un hecho delictivo. «No lo sabía -respondió- y no se me ocurrió que pudiera estar cometiendo una infracción. La verdad es que no me conozco bien las leyes. Bueno, sé que se puede sacar sólo una determinada cantidad de dinero o de joyas, pero, de verdad, que no me pasó por la cabeza la posibilidad de que estuviera haciendo algo delictivo. Por otra parte, pensaba traer las monedas a mi vuelta. Sólo pretendía que las viera el relojero y luego las traería otra vez a casa. »

Posteriormente, habló de su reacción ante el hecho de que fuera retenida en la aduana y se le prohibiera sacar las joyas del país. «Al pasar la aduana, una señorita me preguntó si llevaba objetos metálicos. Respondí que sí. Abrí mi bolso de mano y saqué el paquete en el que llevaba las monedas. Me dejó pasar, aunque las monedas quedaron retenidas. Al subir al avión, un cabo de la policía, el señor Gómez Redondo, me entregó un recibo y me dijo que tenía un mes de plazo para recogerlas. En principio, el hecho no me supuso un gran trastorno porque iba también a jugar al golf y visitar el casino. Ha sido a mi vuelta, ayer, martes, cuando he visto el gran revuelo que se ha armado y he sentido la necesidad de dar una explicación.»

El marqués en Sierra Nevada

El día en que se produjo el incidente en Barajas ningún miembro de la familia Franco se prestó a hacer declaraciones de ningún tipo. En este sentido se le preguntó a la duquesa que, dada la importancia que ella daba ahora al tema, cómo era posible que en ese momento ningún familiar quisiera hablar o por qué ella misma no volvió inmediatamente a Madrid para explicar lo ocurrido.

«Insisto en que me he enterado a mi vuelta, no antes. Me he sentido muy dolida al ver que se ha tratado el tema como si se tratara de una fuga de capitales. Además, aquí nadie podía aclarar nada. La edad de mi madre no le permite ya complicarse con este tipo de cosas. Mi marido había ido a pasar el fin de semana a Sierra Nevada y tampoco fue informado de la gravedad del tema. Yo no pude suponer que lo ocurrido en Barajas sufriría un tratamiento como el que se le ha dado. Por eso quiero aclarar el tema y que nadie crea que soy tonta. »

"Nos pertenecen a nosotros"

Los siguientes puntos tratados en la rueda informativa fueron relativos al patrimonio de los Franco. En primer lugar, se le preguntó a la duquesa si las 31 insignias y medallas que llevaba pertenecieron al Patrimonio Nacional, a lo que respondió que las medallas pertenecían a la familia, «son regalos que mi padre fue haciendo a mi madre -puntualizó- y nos pertenecen a nosotros. Las condecoraciones las tiene todas mi madre y las medallas regaladas a mi padre por las corporaciones las tengo yo. Todas ellas pasarán después a mis hijos para que tengan un recuerdo de su abuelo.»

"No nos hemos quedado con nada"

Los bienes personales de los Franco y la declaración de éstos fueron el punto siguiente. «Las cosas que había en El Pardo se han quedado todas allí, en el museo. Nosotros no nos hemos quedado con nada. Respecto al pazo de Meirás, en el que desdichadamente se han perdido muchas cosas, existe una declaración de bienes personales que está en el Patrimonio Nacional.»

Finalmente se habló de que la opinión pública, a raíz de lo ocurrido, podía pensar que no es el único viaje que los Franco han hecho a Suiza. Carmen Franco contestó que «la familia tiene poco dinero tanto dentro como fuera de España. Prueba de ello es que vivimos en una casa de alquiler».