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Washington presiona a Europa sobre la bomba de neutrones

La noticia del aplazamiento de un plan entre Estados Unidos y la Alianza Atlántica, que permitirla el comienzo de la producción de la bomba de neutrones antes de finales de año, fue considerada ayer en Bonn como el resultado de «una indiscreción controlada».

La noticia del aplazamiento del plan fue publicada a principios de esta semana por el New York Times, que añadía que el aplazamiento no significaba que el plan hubiese sido desechado. Un anuncio de la OTAN y Estados Unidos sobre la futura utilización de la bomba sería hecho a principios del próximo mes, según la misma información.En medios políticos alemanes se estima que la intención de esa «indiscreción controlada» consistiría en impulsar una decisión clara de orden político, a favor de la nueva arma, en medios gubernamentales de los países europeos de la Alianza Atlántica.

Aunque las miradas aquí se dirigen a los holandeses, que por su decisión parlamentaria en contra de la bomba parecen ser los directamente visados, no se deja de reprochar en círculos conservadores a la socialdemocracia alemana sus escrúpulos. El Frankfurter Allgemeine, portavoz de las finanzas, cita en apoyo de estos reproches un pasaje, no pronunciado y favorable al arma, del discurso del canciller Schmid ante el congreso del SPD en Hamburgo. A pesar de esto, son los alemanes, junto con los ingleses, los partidarios más abiertos de la que es unánimemente enjuiciada «como arma defensiva ideal contra el arma acorazada soviética».

Favorables al AWACS

En otro de los contenciosos OTAN-USA parece haberse producido un importante cambio de opinión en los responsables alemanes. El nuevo ministro de Defensa, Hans Apel, llegado del Ministerio de Finanzas tras la dimisión de George Leber, se ha inclinado a favor del sistema de radares aéreos AWACS propugnado por Washington. El plan americano, cuya utilidad militar para la República Federal no está aún establecido, consistía en la compra de veintisiete aviones equipados eleetrónicamente para seguir desde el despegue todo vuelo, en un radio de trescientos kilómetros. Los aviones deberían estar sometidos al mando unificado de la OTAN. Los ingleses se han declarado ya favorables a una solución nacional equivalente, el sistema Nimrod. Esto reduce el número de aviones necesarios para los demás aliados atlánticos a dieciocho. Por ello es por lo que se ha decidido Bonn.El antiguo ministro Leber había concebido el plan AWACS sobre todo como un asunto político. Una decisión favorable debía contribuir a reforzar la unidad de la Alianza Atlántica. Par a Apel, el nuevo ministro, la decisión alemana es independiente de la de los aliados. Estos deben financiar el plan de armamento a prorrateo. Su valor total se estima en casi 2.000 millones de dólares. En Bonn parece existir la disposición a asumir hasta un 30% del coste, esto es, apenas 2.000 millones de marcos.

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