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La "marea negra" de Bretaña se acerca a las costas inglesas

Un súbito cambio de la dirección del viento y una mar agitada llevan la gran mancha de petróleo escapada del Amoco Cádiz hacia las islas inglesas del canal de La Mancha, Guernsey y Jersey.Una alerta total en la zona ha seguido a las informaciones que sitúan a la marea negra a menos de cuarenta kilómetros de sus playas. Las últimas estimaciones prevén que, de no cambiar la dirección del viento, el petróleo puede llegar a las costas del suroeste de Inglaterra este fin de semana.

Las autoridades británicas, que tácitamente desaprueban los lentos procedimientos franceses de lucha contra la contaminación, han concentrado toda una flotilla de barcos especiales en la base naval de Plymouth. Dos supertanques de la armada provistos de dispersantes químicos navegan hacia las costas de Jersey y un puente naval está transportando a las islas del canal hasta 2.000 toneladas de productos químicos para combatir los efectos de lo que ya se considera el mayor desastre ecológico producido por el naufragio de un petrolero.

A última hora de la tarde de ayer, el olor del petróleo se percibía ya en Guernsey, desde donde se informa que la mancha contaminante tiene ahora una longitud de casi cien kilómetros.

Desde el naufragio del Torrey Canyon, hace once años, británicos y franceses han mantenido una polémica, ahora renovada, sobre el uso de dispersantes químicos.

Las autoridades marítimas de Brest se han negado a utilizar los detergentes de la British Petroleum (BP), alegando que su uso, en 1967, demostró que su toxicidad era superior a su poder limpiador. Los expertos ingleses, por su parte, acusan de ignorancia a sus vecinos continentales, y aseguran que el nuevo producto de la BP ofrecido a los franceses, y con el que los británicos se disponen a combatir la marea negra, es absolutamente inocuo para la vida marina.

Expertos internacionales, en Brest

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Especialistas internacionales de la lucha contra la contaminación por hidrocarburos se hallaban reunidos, entretanto, ayer en Portsall (Francia) para ver la manera de contener la marea negra, informó la agencia Efe. Entre los expertos extranjeros figura el español Arnáiz que estima que incendiando el buque Amoco Cádiz encallado se podrían quemar 5.000 toneladas de petróleo por hora. Mientras que unidades de la marina, del ejército y de la aviación siguen trabajando para contener la marea y en la limpieza de las playas, la indignación de las poblaciones costeras se manifiesta con diversos actos de protesta. Durante la noche del miércoles al jueves, dos centenares de jóvenes ecologistas ocuparon la subprefectura de Lanion, que luego evacuaron sin violencias. Querían protestar -dijeron- en nombre de la Federación de Asociaciones para la Protección del Medio Ambiente, porque «no se ha hecho nada, desde hace once años (desde el naufragio del buque cisterna Torrey Canyon), para evitar las catastróficas consecuencias de este género de accidentes marítimos.

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