Inquietud en Mieres por la creciente reducción de la actividad industrial

La coordinadora ciudadana de Mieres acaba de dar la señal de alarma ante el futuro incierto de la ciudad, cuyo próspero pasado industrial corre el riesgo de convertirse en un mero recuerdo, y pide que Ensidesa no reduzca la plantilla en su factoría y que se mejore la hacienda de los ayuntamientos mineros con la puesta en vigor del impuesto sobre el canon del carbón.En Mieres se instaló hace más de un siglo una de las primeras factorías siderúrgicas de España. Desde entonces, la industria del carbón y del acero hizo de la comarca una de las zonas más ricas del país, Esta especialización supeditaba, sin embargo, su economía a la evolución del mercado, mientras los empresarios más poderosos -la mayoría no asturianos- no reinvertían en Mieres, ni siquiera en Asturias, los beneficios de los años de las vacas gordas.

Así, la industria mierense fue descapitalizándose y envejeciendo lentamente hasta que en los años sesenta el carbón comenzó a ser desplazado por el petróleo, a la vez que el acero europeo amenazaba seriamente a la producción siderúrgica nacional. La consecuencia fue el desplome de los negocios, al que siguió la venta al Estado, a buen precio, de las explotaciones privadas. A través del INI, el Estado reestructuró la minería y la siderurgia. Así nacieron Hunosa y Ensidesa, cuyos planes de producción no tuvieron en cuenta los intereses de Asturias, en opinión de la coordinadora ciudadana.

En Mieres la actividad industrial quedó prácticamente limitada a la minería. De la antigua fábrica de Mieres sólo quedan en pie dos talleres, con una pequeña plantilla. Mientras Ensidesa espera que el paso del tiempo lleve al cierre de las instalaciones obsoletas, la gama de la industria transformadora permanece inédita en Mieres.

La coordinadora estima como una necesidad urgente para hacer frente a los problemas de la comarca la concesión inmediata de un régimen de preautonomía para Asturias.