Frustración en los territorios ocupados
Jóvenes estudiantes palestinos intentaron manifestarse ayer en la zona árabe de Jerusalén contra la invasión israelí en Líbano. Algunas decenas de muchachos gritaron slogans pro palestinos hasta que fueron dispersados por la rápida intervención de las fuerzas de seguridad, que llevaron a cabo algunas detenciones. Lo mismo ocurrió en Ramallah, en la Cisjordania ocupada, donde la manifestación fue cortada antes de nacer.En Nablus, fortaleza del nacionalismo palestino, fueron los padres los que convencieron a sus hijos para que desistieran de llevar a cabo manifestaciones y que se reintegraran a las escuelas.
Un muchacho de diecisiete años, de nombre Anis, que tiene un hermano mayor encarcelado «por pertenecer a una red terrorista», ha declarado a este corresponsal: «Los israelíes son unos cerdos; están aplastando a nuestros hermanos en Líbano; y ¿qué hacen los egipcios, los sauditas, los sirios o los iraquíes? Se limitan a llorar con lágrimas de cocodrilo y dejan hacer a los israelles. Por Alá, les odio mucho más que a los israelíes. Sobre todo a los sirios, que se permiten dar lecciones a todo el mundo.»
Ante la réplica de que si los sirios se mueven la guerra estallaría, extendiéndose a todo Oriente Próximo, no me deja terminar la frase y contesta: «Tanto mejor, que se acabe de una vez por todas con esta ocupación, con esta humillación y sufrimiento. Una guerra no podría ser peor que esta ocupación israelí que estamos sufriendo.»
En la zona oriental de Jerusalén los palestinos están cabizbajos y resignados. El sentimiento de frustración hacia los árabes, manifestado por Anís, está muy extendido. Los editoriales de los diarios pro palestinos de esta zona, tras condenar la intervención judía, culpan a Sadat de haber dividido al mundo árabe e impedir así una» acción conjunta árabe para rechazar el ataque palestino.
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