Seiscientas familias viven "provisionalmente" en la colonia Zofío desde hace veinte años

De las colonias de construcción oficial que exigen una remodelación, con adjudicación de nuevas viviendas en condiciones de habitabilidad, una de las más afectadas es la del Zofío, situada en Marcelo Usera. La colonia está habitada por 604 familias expropiadas en su día de diferentes zonas de Madrid por cantidades que ellos consideran bajas, alrededor de las 122 pesetas por metro cuadrado, de las de mediados de 1950.

Las viviendas de la colonia Zofío fueron construidas hace veinte años por la Obra Sindical del Hogar. Son pisos muy pequeños, alrededor de los treinta metros cuadrados, con una serie de defectos de construcción importantes, que a lo largo de los años ha supuesto unos desembolsos continuos a los vecinos por las continuas reparaciones a que se han visto obligados. Construidas provisionalmente para diez años, hoy la casi totalidad de los pisos presentan grietas alarmantesSegún los informes técnicos de arquitectos contratados por los vecinos, las reparaciones necesarias en los bloques de cuatro plantas costarían nueve millones de pesetas y trece en los bloques de ocho plantas. Ante estos datos, la asociación de vecinos de Zofío se reunió sucesivamente con autoridades del Ministerio de la Vivienda, por cuyo encargo realizaron un censo de familias y problemas.

Las últimas gestiones con el director provincial de la Vivienda, Carlos Tutor; el director general, Manuel Díaz, y el director del INUR, José María García, han llegado a la conclusión de que lo más práctico es construir una nueva colonia en los terrenos cercanos, llamados de Cerro Blanco, calificados como zona verde. A cambio, los terrenos que hoy ocupa la colonia Zofío, pasarían a ser parque público en compensación, lo que, además, sería conveniente porque enlazaría con el parque previsto en Pradolongo.

El problema es sólo de financiación. Se calcula que expropiar los terrenos de Cerro Blanco costaría unos cuarenta millones de pesetas. La Gerencia de Urbanismo ya ha dicho que sólo dispone de seis millones, por lo que ahora las gestiones de los vecinos se encaminan a que sea el propio INUR o Coplaco quien se haga cargo de la operación económica. Las conversaciones con el Ministerio son cordiales, aunque los vecinos se extrañan de la lentitud con que se llevan, y del hecho de que las actas de las reuniones donde figuran los acuerdos tomados se hayan transcrito en folios sin membrete oficial y sin que vayan firmadas por nadie.