"Canadá desea ampliar sus relaciones con España

«Es la primera vez que un periodista de habla española viene a mi despacho -comienza diciendo el gobernador general de Canadá, señor Leger-, y creo que es una buena manera de iniciar mi visita a su país. Conozco algo España y sabía bastante español, pero, desafortunadamente, lo he olvidado casi todo, porque no practico. Gracias a Dios que mi esposa sí lo recuerda.»Doctor en Derecho por la Universidad de La Sorbona de París, periodista y diplomático, embajador de Canadá en México, Roma, París y Bruselas, Jules Leger, 64 años, fue nombrado gobernador general de Canadá por la reina Isabel II de Inglaterra, a propuesta del Gobierno canadiense, en enero, de 1974, y por un período de cinco años. Es el vigésimoprimer gobernador general desde que se creara la confederación canadiense, en 1867, y el primero en visitar nuestro país.

«Viajo a España por invitación del Rey. Antes de aceptar consulté al Gobierno canadiense, y como el Gobierno está deseoso de desarrollar las relaciones entre Canadá y España, la invitación fue muy bien recibida.»

«Conozco España -prosigue el gobernador general- porque he estado alguna vez de vacaciones, pero esta es la primera ocasión en que voy en visita oficial y es, además, la primera visita a un país extranjero que hago como gobernador general. La última vez que estuve en España fue hace cinco años, cuando era embajador en Bélgica.»

En un país tan joven como Canadá -110 años de existencia como confederación encuadrada en la Commonwealth- son escasas las familias con siglos de presencia en su territorio. La del gobernador general es una de ellas. «Los Leger llegaron a Canadá durante el reinado de Felipe V de España. Se instalaron cerca de Montreal y siempre se quedaron allí. Mi hermano, el cardenal Leger, fue arzobispo de Montreal durante diecisiete años, y ahora está como misionero en África.»

Los políticos canadienses hablan de tiempos de crisis. Recesión económica, aumento del desempleo y de la inflacción y, especialmente, el problema de la provincia francófona de Quebec y su autonomía o, tal vez, independencia de la confederación. El papel constitucional del gobernador Leger le impide hablar de estos temas u otros de carácter político, que son competencia del Gobierno que preside Pierre Trudeau, para no darnos su visión del futuro de su país.

«No tengo una bola de cristal, pero estoy seguro de que Canadá será, dentro de cincuenta años, un país grande, que se desarrollará a partir de una riqueza interna considerable y de una población muy activa. Y podría resaltar aquí la contribución de los españoles que vienen a trabajar a este país, junto a nosotros, que dan a la textura canadiense un nuevo elemento y que,con su aportación, han enriquecido el país.»

Unos 30.000 españoles residen actualmente en Canadá, y buena parte de ellos han adquirido la ciudadanía canadiense. Es una colonia muy pequeña en comparación con la portuguesa, la italiana, o las formadas por inmigrantes procedentes del este de Europa.

«Canadá obtiene su originalidad en el hecho de que hay dos razas que lo fundaron, y en el hecho de que los numerosos inmigrantes añaden colores diferentes al país, sin perder por ello su calidad de origen», añade el gobernador general.

En su despacho de Rideau Hall, un palacete de estilo neoclásico que es la residencia oficial de los gobernadores generales de Canadá, Jules Leger tiene palabras elogiosas para la pintura española y nos habla del arte indígena candiense, del Inuit, artesanía en piedra y en madera, así como de la contribución canadiense a la música contemporánea y, especialmente, del cuarteto Oxford, que visitará España próximamente.

Por último, el gobernador general Leger envía a través de EL PAÍS un mensaje para el pueblo español: «Mucho respeto, mucha admiración y mucha amistad. Nuestros dos países se conocen mal, pero ahora que las comunicaciones son más numerosas, nosotros vamos a descubrir, como Colón, el otro continente.»