La Conferencia de Belgrado aprueba un innocuo documento final
Al cabo de siete meses de duras negociaciones y debates muchas veces agrios, las 35 naciones participantes en la Conferencia de Belgrado aprobaron ayer un inocuo informe de cuatro páginas sobre los acuerdos de Helsinki, en el que no se menciona la cuestión clave de los derechos humanos.
Tanto los delegados occidentales como los del bloque soviético declararon que consideran las reuniones un éxito, a pesar de que la propuesta occidental de incluir el capítulo sobre derechos humanos en el informe quedara bloqueada por el veto soviético.
«Dejamos clara nuestra postura», dijo un delegado norteamericano. «Creemos haber dejado bien sentado el hecho que el acta final de Helsinki nos da el derecho a criticar la política interna de otros países cuando tiene relación con el cumplimiento de esa acta final.»
«Estamos satisfechos», dijo el portavoz soviético, Boris Sedov, con aire ceñudo. «El proceso de distensión continúa, y eso es lo importante.»
El informe compromete a los 35 países que firmaron el pacto de Helsinki en 1975 -la Unión Soviética, Estados Unidos, Canadá y todas las naciones europeas, excepto Albania- a proseguir sus esfuerzos por aplicar los acuerdos en todos los sentidos.
El documento establece otra reunión de revisión de los acuerdos a realizar en Madrid, en 1980, así como conferencias más reducidas sobre temas científicos, problemas del Mediterráneo y la resolución de disputas internacionales por medios pacíficos.
Quedan excluidas del documento final más de un centenar de propuestas sobre cuestiones como los derechos humanos, el desarme y la cooperación económica presentadas por países occidentales, del bloque soviético o neutrales.
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