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Deshielo en las relaciones militares España-Gran Bretaña

El tema España-OTAN y la posible compra de material militar británico no serían ajenos a la visita que el presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor español gira estos días a Londres, según pudo saber ayer EL PAÍS en fuentes solventes. El teniente general Galarza, que asistió el miércoles a un ejercicio de tiro real de un nuevo cañón británico de 105 milímetros y voló durante una hora en el helicóptero multioperacional Lynx, se ha entrevistado ya con el ministro de Defensa, Fred Mulley, y con altos mandos de las fuerzas de Tierra, Mar y Aire de este país, de cuyo jefe de Estado Mayor, Sir Neil Cameron, es huésped.

A la visita del militar español, ignorada por los medios informativos londinenses y sigilosamente tratada en esferas oficiales de ambos Gobiernos, se le atribuye una importancia significativa en círculos militares y diplomáticos británicos.

El viaje de cinco días del teniente general Galarza representa el primer signo externo de deshielo real entre los mandos militares de España y Gran Bretaña, tradicionalmente distanciados durante los últimos cuarenta años, y se está desarrollando a un ritmo inusualmente intenso en el que las conversaciones con los jefes militares de las unidades operacionales se alternan con demostraciones de algunos de los más sofisticados armamentos británicos.

Pasa a la página 13

El jefe del Alto Estado Mayor trata en Londres el tema de la OTAN

(Viene de la primera página.)Los helicópteros Lynx concretamente pasan por ser unos de los aparatos más polivalentes en uso por las armadas occidentales y Gran Bretaña ha concluido recientemente un contrato de 350 millones de libras con Egipto para el suministro de hasta 250 unidades.

Pero al margen de la previsible compra de material militar británico destinado a la modernización en curso del Ejército español, y que podría extenderse a los aviones Harrier y a sistemas de defensa aérea muy perfeccionados, el teniente general Galarza, que permanecerá en Londres hasta el sábado, «sostiene conversaciones de interés común en áreas de Defensa», declararon las autoridades británicas. Londres y Madrid comparten una área estratégica que en los códigos de la OTAN recibe los nombres de Eastland, para la zona atlántica que abarca hasta la frontera norte de Portugal, con cuartel general en Gran Bretaña, e Iberlant, que comprende el Atlántico sur, tiene su extremo oriental en el estrecho de Gibraltar y de la que forman parte las aguas saharianas y, naturalmente, la base de Rota. El cuartel general de esta zona está ahora en Lisboa, y tanto una como otra dependen del mando supremo norteamericano, en Virginia.

Habida cuenta la posibilidad de una incorporación española a la organización del Tratado del Atlántico Norte y el hecho de que la Royal Navy británica juega un papel fundamental en la cobertura naval de ambas zonas, resulta ocioso resaltar la importancia de los contactos que el teniente general Galarza haya mantenido o vaya a mantener hasta el sábado con los mandos de las Fuerzas Armadas de este país.

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