El desahogo del alcalde de Ponferrada
Enemigo de polémicas personales, me veo, sin embargo, en la necesidad de contestar la rectificación virulenta y plagada de inexactitudes, que el alcalde de Ponferrada ha publicado en EL PAÍS del 28 de febrero.Lo haré en estilo telegráfico:
1.º El plan relativo a la parcelación parcial de una finca de mi propiedad, podría ser más o menos modesto; pero fue hecho por un técnico. Además, lo presenté por recomendación expresa del propio alcalde en la entrevista a que él mismo ha hecho referencia.
2.º El alcalde se volvió atras de su consejo, pues no en balde se había entre tanto publicado la nueva ley del Suelo, que, a pretexto de una adaptación del plan entonces vigente, le permitía legalizar las innumerables irregularidades urbanísticas cometidas por el Ayuntamiento.
3.º Vendí las parcelas o trozos que tuve por conveniente, pues no hay precepto legal que me lo prohiba. El artículo 178 de la nueva ley del Suelo exige licencia municipal para actos de edificación y uso del suelo, tales parcelaciones urbanas, movimientos de tierra, obras de nueva planta, modificaciones de estructuras, demolición de construcciones, etcétera. No existe la menor limitación al derecho de venta.
4.º Ni el notario ni el registrador encontraron defectos en estas operaciones ni para otorgar las escrituras ni para inscribir las transmisiones en el registro de la propiedad. Ni un solo de los compradores ha ejercido acción de nulidad de lo contratado, como les autoriza la ley, y como hubiera hecho, si hubiera existido el menor motivo para ello.
5.º En cuanto a la existencia o inexistencia de una relación entre mi actuación profesional y la ofensiva municipal, me basta dejar consignadas estas fechas:
Escrituras de venta. (Me atengo a la propia afirmación del alcalde), año 1975; fecha en que los vecinos de Ponferrada me encargaron su defensa contra el Ayuntamiento, abril 1977; primeras intervenciones mías ante los tribunales contra el Ayuntamiento, noviembre 1977; incoación del expediente contra mí; diciembre 1977.
6.º No dedicaré una palabra de comentario al desahogo del alcalde de Ponferrada al final de su rectificación. Tampoco voy a recordarle, a propósito de las veladas amenazas de su comunicado, que hasta ahora, que yo sepa, no ha mostrado la misma energía frente a los que en sesión pública y en la prensa le acusaron de hechos clarísimamente tipificados en el Código Penal.
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