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Duras condiciones de la Unión de Empresarios de la CEE el ingreso de España

Los industriales de los nueve países miembros del Mercado Común, agrupados en la Unice (Unión de Industrias de las Comunidades Europeas), anuncian las condiciones que deberán cumplir los futuros candidatos (España, Grecia y Portugal) para aspirar a incorporarse al «club» comunitario.

Aceptando, como mal menor, el principio político de los Gobiernos de dar curso a las peticiones de ingreso de los tres nuevos miembros, los industriales europeos se apresuran a anunciar que los nuevos miembros deberán aceptar todas las obligaciones derivadas de los tratados y, en especial, la reciprocidad completa en los intercambios, con la eliminación de todos los obstáculos arancelarios y no arancelarios y el respeto completo de todas las normas comunitarias que permitan garantizar la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas en condiciones de igualdad de competencia.En ningún caso, siempre según la Unice, la ampliación de la CEE deberá suponer una pérdida de los logros adquiridos.

En relaciones exteriores los nuevos miembros deberán respetar los acuerdos comerciales que la CEE mantiene con prácticamente todos los demás países del mundo.

Las adaptaciones sectoriales necesarias para la integración no podrán retardar los progresos internos de la CEE. Será necesario un marco interno para favorecer la lucha contra los problemas de inflación, paro y déficit de balanzas de pagos.

Los tres candidatos deberán adoptar el sistema fiscal de la CEE (el impuesto sobre el valor añadido) y renunciar a la práctica de medidas proteccionistas, como las sobretasas arancelarias, los cupos a la importación, los depósitos previos a la importación o las subvenciones al comercio exterior.

Reforma institucional

Solicitan, a nivel interno, una reforma institucional. ante la futura CEE de los «doce» y aumento de los fondos destinados a las políticas de «equilibrio» económico entre las regiones menos favorecidas de la CEE. Declaran la necesidad de salvaguardar la política agrícola común y las disposiciones necesarias para ciertas producciones mediterráneas de la CEE (vino, agrios, aceite de oliva, etcétera).

No a la libre circulación de trabajadores

En política social destacan las diferencias entre la CEE y los futuros candidatos (sobre todo Grecia y Portugal) y anuncian que el principio de libre circulación de trabajadores no deberá aplicarse hasta la adhesión definitiva de los tres candidatos. Se entiende hasta después de concluido el período transitorio que irá desde la firma de los tratados de adhesión, hasta el fin completo del período de transición.

En definitiva los industriales comunitarios, a cuya organización se encuentra ya vinculada la patronal española, no descubren nada nuevo. Recuerdan sus temores -sobre todo en el caso de España, que representa el candidato más serio en el sector industrial- y repiten las «reglas de juego» que deberán cumplir los futuros miembros. Opinión que, sin lugar a dudas, tendrá en cuenta la Comisión Europea en el curso de la preparación del dictamen para la adhesión de España.

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