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"El Gobierno no quiere ayudar a la empresa publica"

«El Gobierno no quiere que se clarifique el panorama sindical y está intentado impedir que se fortalezcan los verdaderos sindicatos de clase», dijo ayer el primer secretario del PSOE, Felipe González, en un mitin celebrado en la fábrica Pegaso de Madrid, al que asistieron alrededor de 1.500 trabajadores de los 6.500 que componen la plantilla del centro.

El acto, organizado por la sección sindical de UGT de Pegaso, al que asistió igualmente el secretario general de la central socialista, Nicolás Redondo, cerraba la campaña electoral de la empresa, que con más de 12.000 trabajadores se encuentra entre las veinte primeras del país, toda vez que las elecciones se celebran hoy.Felipe González, que dijo que podría ser criticado por apoyar personalmente la campaña electoral de UGT, atacó frontalmente al Gobierno y de forma velada a algunos partidos de izquierda, al igual que anteriormente lo había hecho Nicolás Redondo.

El secretario del PSOE justificó su presencia en el mitin por las interconexiones entre el partido y la UGT, «porque nosotros lo decimos a la cara, no como otros sindicatos que quieren aparecer como independientes de los partidos». «Todos los sindicatos de clase, con la excepción de CNT, prosiguió Felipe González, pretenden ser autonómos pero la realidad es muy otra, pues la pretendida independencia es imposible, ya que toda actividad del movimiento obrero tiene repercusiones y motivaciones políticas.»

Sobre el tema concreto de Pegaso, el primer secretario del PSOE dijo que la acción sindical y política debían de ir juntas por tratarse de una empresa pública (del Instituto Nacional de Industria), y que los problemas de la empresa precisaban de una respuesta política. Tras una serie de consideraciones sobre la empresa pública, González señaló que en ocasiones el Gobierno pretendía que ésta fuese menos competitiva que la privada, ya que había intereses de por medio, aunque esto dependa finalmente, dijo, del control de gestión.

Felipe González, que hizo una defensa de la empresa pública, señaló que «aunque le joda a la derecha hay empresas como Pegaso que han demostrado que pueden ser autosuficientes».

Posteriormente pasó a atacar al Gobierno, al decir que éste, y su partido, por ser de derechas, no tiene interés en ayudar a la empresa pública; igualmente señaló que el Gobierno de UCD cree que puede tener un espacio sindical y, en base a la confusión con que se están celebrando las elecciones, restar terreno a los sindicatos obreros.

El secretario del PSOE terminó su mitin diciendo que con un sindicato socialista fuerte, la alternativa del socialismo en España está cada día más cerca, «aunque haya quienes quieran frenarla. Y digo esto porque aunque es lógico que pretenda frenarla la UCD, no tiene ninguna lógica que otros partidos lo hagan».

Nicolás Redondo, por su parte, arremetió desde el principio contra el Gobierno de UCD, llegando a afirmar que las elecciones estaban siendo manipuladas. Redondo dijo una vez más que el Gobierno, al que calificó de perro fiel de los capitalistas y al que tachó de reaccionario, iba contra los intereses de los trabajadores.

El secretario general de UGT, que habló de la necesidad de unidad entre las distintas centrales, llegó a amenazar al Gobierno con la presión de los trabajadores en el caso de que no salga del Parlamento una ley aceptable de acción sindical en la empresa.

Nicolás Redondo dijo que el Gobierno había practicado en estas elecciones una clara política antiugetista, en su afán de minimizar al PSOE y en su intento de crear, desde la confusión, un sindicalismo amarillo.

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