Legalizada la sección española de Amnesty International

En una reciente reunión del Consejo de Ministros ha quedado legalizada la sección española de Amnesty International, organización mundial a favor de los derechos humanos, independiente política, económica y confesionalmente, que tiene como fin la liberación de los prisioneros de conciencia, entendiendo por tales a las personas encarceladas por sus ideas políticas, creencias religiosas, origen étnico o lengua sin haber utilizado ni predicado la violencia. Amnesty International, organización galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1977, señala que en el mundo hay unas 700.000 personas encarceladas por alguno de los supuestos anteriores.Amnesty International se opone a la pena de muerte y actúa contra la tortura sin excepciones, incluyendo los casos caracterizados por violencia. La organización trabaja para que todo prisionero político sea juzgado en forma imparcial, incluso en casos de guerra o emergencia, y en nombre de aquellos detenidos sin juicio o después de expirada su sentencia.

Hasta mayo de 1976 Amnesty International tenía en España miembros a título individual, cuyo número no sobrepasaba los quince. En septiembre de ese mismo año asistieron al congreso anual, que se celebró en Estrasburgo, cinco observadores españoles. Cuatro meses después, el Comité Ejecutivo Internacional daba luz verde al proyecto de una sección española y en julio de 1977 se presentaban los estatutos para su legalización, que ha sido acordada recientemente.

Según Silvia Escobar, una de las miembros más veteranos de Amnesty International en España, que asistió, dentro de la sección española, que funcionaba ya con esta categoría, al congreso del organismo del año pasado, en Bad Honef (Alemania), la sección española cuenta ya con unos quinientos miembros, distribuidos principalmente entre Madrid, Barcelona y País Vasco. Las distintas secciones funcionan con aportaciones individuales. No se aceptan donativos de partidos políticos ni de organizaciones gubernamentales o paragubernamentales. Tampoco se admiten aportaciones superiores a un determinado tanto por ciento del presupuesto anual de Amnesty, para no comprometer su independencia. Por ello, también, las secciones nacionales de Amnesty International no se ocupan de los presos de sus propios países.

Amnesty International tiene categoría consultiva permanente con las Naciones Unidas y con el Consejo de Europa, relaciones de trabajo con la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y es observador permanente ante la oficina de refugiados de la Organización para la Unidad Africana.

Amnesty International no tiene aún local en España, aunque está instalada provisionalmente en Madrid en las oficinas de Justicia y Paz, en Ferrer del Río número 17. Actualmente ha iniciado una campaña de captación de socios y de ayuda económica de todo tipo, entre la que dan especial importancia a encontrar un local.

Amnesty International ha declarado 1978 como el año de lucha contra la pena de muerte.