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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La facultad de Económicas no es tan económica

Soy abulense y en la actualidad me encuentro en Madrid estudiando cuarto curso de Ciencias Económicas y Empresariales, en la Universidad Complutense, y le agradecería la publicación en el periódico que tan acertadamente dirige de la siguiente denuncia a la situación universitaria en lo que se refiere al costo de los servicios prestados por dicha Universidad, pues al verme económicamente perjudicado, como miles y miles de estudiantes, me veo obligado a poner de manifiesto los siguientes hechos:1. Comer en la Universidad cuesta 115 pesetas, estando subvencionada, y se da la paradójica realidad de que hay establecimientos en Madrid donde se come por setenta pesetas, como es el restauranté que yo frecuento.

2. Hacer una fotocopia en nuestra facultad vale seis pesetas, cuando existen sitios donde idéntico servicio cuesta 1,50 pesetas, con el consiguiente quebranto económico para nuestros bolsillos, pues es normal que durante el curso necesitemos varios centenares de fotocopias.

3. Hace unos días compré un libro de texto en la librería de la facultad y me cobraron, aun diciendo que hacen el 15% de descuento, 1.020 pesetas. Por curiosidad, al día siguiente pregunté el precio del mismo libro en un establecimiento de Madrid, y resulta ser de 865 pesetas. Es decir, pagué 155 pesetas sobre el precio de esta última librería.

En definitiva, pienso que estos tres casos, demostrables en todo momento, de timo, estafa, explotación o como quiera que se llame, son más que suficientes para constatar que el Ministerio de Educación y Ciencia, en vez de prestar la ayuda necesaria a los estudiantes, que como vulgarmente se dice «no tienen un duro», lo que hace es un negocio redondo con ellos, pues basta examinar los hechos expuestos anteriormente para ver cómo establecimientos que persiguen el lucro y, por tanto, obteniendo beneficios, son capaces de vender sus productos o prestar sus servicios a un precio bastante inferior al que los facilita una institución pública y que depende del Ministerio de Educación y Ciencia, como es la Universidad y cuyo fin, lejos de obtener beneficios, debiera ser proporcionaral mínimo coste todos los medios necesarios, para la formación de las personas que el día de mañana ocuparán puestos de responsabilidad en nuestra sociedad.

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