"Genesis", un grupo que se resiste a morir
El primer álbum de Genesis, From Genesis To Revelation, y el último, Seconds Out (a la espera del ya grabado And There Were Only Three), acaban de ser editado y reeditado en España, respectivamente. En ellos se refleja la evolución personal y musical de uno de los grupos más controvertidos de los años setenta.
Genesis se formó a finales de los sesenta, y por aquella época apenas era algo más que una reunión de ex colegiales de la escuela pública del barrio londinense de Charterhouse. Sus pretensiones no iban másallá de escribir buenas y bonitas canciones, susceptibles de convertirse en éxitos en boca de otros. Sin embargo, Jonathan King, productor y cantante, que había tenido un hit menor (Everyones Gone To The Moon) decidió ficharles para Decca. De esta colaboración surgió este From Genesis Tu Revelation que ahora reaparece en nuestro mercado en el seno de una (otra más) serie de clásicos del rock.
El disco en sí es desconsolador y, por mucho cariño con que se le escuche, es casi imposible distinguir en él el complejo lirismo y los largos desarrollos instrumentales que caracterizan al grupo. Quien espere encontrar algo más que pop de los sesenta sin evolucionar, se sentirá engañado. From Genesis... no representa más que un primer balbuceo que es mejor olvidar.
En Seconds Out, Genesis había sufrido el trauma de la huida de Peter Gabriel, su cantante. Cuando el grupo se encontraba en la cumbre, cuando sus shows (construidos visualmente alrededor del talento escénico de Gabriel) habían conseguido asombrar hasta a sus más furibundos detractores, el supuesto pilar del grupo decide dejarlo para comenzar una carrera en solitario que hasta ahora ha consistido en un álbum decente, pero que no aporta nada nuevo.
El resto de sus compañeros destacaron como cantante a Phill Collins y para sustituirle en la batería (ocasionalmente) alquilaron a dos colaboradores de lujo: Chester Thompson (ex Weather Report) y Bill Bruford (ex Yes y ex King Crinison). El resultado fue dos álbumes en estudio (A Trick Of The Tail y Wind And Wutering) en los que Genesis se mostraba más igual a sí mismo que nunca (atrás quedaba la epopeya semi-surrealista de The Lamb Lies Down On Broadway). La música continuaba los cauces esotéricos (pero comerciales) que poseía previamente, y un Phill Collins que parecía Peter Gabriel redivivo, arremetía furibundamente contra los punk, tachándoles de groseros. Pero a pesar de todos los beneplácitos hacía falta un disco en directo para confirmar que no se trataba de un truco, de que Genesis seguía siendo el mismo de siempre.
Y, en efecto, Seconds Out es un gran disco, lleno de versiones de temas anteriores del grupo, que logran ser casi idénticas a las originales por mucho que a Collins le falte la punta de fuerza y esquizofrenia que le permitiría, ser un calco de Gabriel. Así considerado y teniendo en cuenta la alta calidad de su grabación, este álbum (doble) es muy recomendable para aquellos que quieran poseer algo de esta gente. Aquellos que ya les conocen encontrarán en él un compás de espera mientras aparece el próximo, que no contará con la participación del guitarra Steve Hackett. Genesis continuará haciendo música por encima de las defecciones, aunque sea necesario preguntarse hasta qué punto dejarán en el camino la originalidad y el espíritu suavemente innovador que les diferenció.
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