Estreno de "Delirio del amor hostil", de Francisco Nieva

Anoche se estrenó en el teatro Bellas Artes la obra Delirio del amor hostil o el barrio de doña Benita, un drama sin honor de Francisco Nieva, dirigida por José Osuna. Con rigurines de José Antonio Cidrón y decorados de Carlos Citrinowsky, está interpretada por María Fernanda D'Ocón, Víctor Valverde, Silvia Tortosa, Daniel Dicenta, Alfonso Goda y Florinda Chico.

De los tres apartados en que se divide la obra dramática de Francisco Nieva: teatro furioso, teatro de farsa calamidad, teatro de crónica y estampa, en las últimas temporadas se han conocido La carroza de plomo candente, El combate de Opalosy Tasias, Sombray quimera de Larra y La paz. Delirio del amor hostil es la primera obra que se estrena de su teatro de farsa y calamidad.«Este tipo de teatro -declaró Nieva- tiene un carácter más novelesco y dramático. Mi intencíón es unir la risa a una determinada emoción poética; saltar del chiste a lo trágico sin excesiva matización produce un efecto de alejamiento, que es parecido al que se produce frente a la poesía. El teatro poético es el único que ha quedado en la historia del teatro, desde la tragedia griega a Lorca y Valle-Inclán, un teatro que se puede leer después de ser representado.»

El escenario de Delirio del amor hostil tiene elementos sainitescos y madrileños. «Hasta hace poco tiempo, la vida en las grandes ciudades, y sobre todo en Madrid, no tenían el sabor y el color que en la época de Arniches, por ejemplo. Da la sensación que con la evolución política, una mayor libertad en las costumbres, aparecen en el pueblo individualidades más acusadas, que en sus actitudes y ceremonias puede ser tomadas como personajes de tragedia o comedia. La uniformidad del anterior sistema ocultaba la singularidad del presente. Es un sainete a base del dandysmo-lumpen, en un Madrid fabuloso, con un lenguaje soñado y un nuevo toque de populismo en el mundo de la nueva marginación. La obra se basa en la amenaza y la venganza de esos seres marginados del pueblo madrileño. Es una acusación contra la despersonalización de la gran ciudad. Fusiono la visión y el afecto por el nuevo Madrid con la nostalgia del pasado. En los personajes del hampa y los dandys del lumpen-proletariado superpongo la nostalgia de una cierta literatura decadente, olvidada, popular, que fue cultivada en los años veinte. Tengo preferencia por este tipo de cultura y veo el mismo interés en poetas como Carnero, Claudio Rodríguez, Panero, aunque temo que el público de teatro se encuentre muy lejos de este mundo y me acusen de culturalismo.»

Delirio del amor hostil es de las pocas historias de amor que he desarrollado en teatro y he tratado de escribir una comedia altamente erótica, en un ambiente de hampa, donde las costumbres son muy relajadas. El alto erotismo está en conexión con Thanatos, y como decía Baudelaire, la suprema voluptuosidad reside en la conciencia de estar haciendo el mal.»

José Osuna dirige por primera vez una obra de Nieva. Su trabajo tiene cuatro fuentes de apoyo: la poesía, el lenguaje, el sainete y el melodrama trágico. «En unos niveles estéticos -declara Osuna- el texto de Nieva es insólito. Hemos intentado desvelar el subtexto de la obra, con una interpretación trascendida. En el montaje hay expresionismo, surrealismo y magia, partiendo de una verdad. Es una obra abierta que aguza la imaginación. Creo que la imaginación del público es más poderosa que cualquier imagen que ofrezcas. En un plano ético, la obra es un anuncio de una serie de contravalores que van a acabar con una sociedad burguesa.»