Comunistas y socialdemócratas anuncian su oposición a la futura coalición gubernamental portuguesa
Desconfianza y escepticismo son los tonos dominantes de los comentarios que la prensa y muchos sectores políticos portugueses dedican al anuncio del acuerdo entre socialistas y democristianos, y la aceptación, por el presidente Eanes, de un Gobierno «de base socialista con personalidades», expresión eufemística inventada para disfrazar la crudeza de una coalición contra natura y con el Centro Democrático Social (CDS).
El editorialista del Comercio do Porto, periódico de gran difusión en el norte del país, es tal vez quien mejor resume estas reacciones. Bajo el título de «un Gobierno provisional» afirma que «a nivel de importantes sectores político-militares» este «Gobierno de ficción» es ya considerado como «una traición al 25 de abril», y tendrá que ser encarado en los medios sociales como «un insulto a los trabajadores».
Para denunciar el «contrasentido» de esta alianza, comunistas y socialdemócratas emplean las mismas palabras y anuncian la misma actitud: oposición intransigente. La posición de los comunistas es compartida por la Intersindical y se interpreta como un endurecimiento en el frente social.
Los rumores acerca de la composición del futuro Gobierno van creciendo. Proceden siempre de fuentes que se dicen «bien informadas», pero rehúsan asumir la paternidad de sus confidencias. Lo cierto es que Mario Soares se ha reservado, como siempre, el derecho exclusivo de escoger a las personalidades que formarán su equipo.
Nombres para el futuro Gobierno
La nueva fórmula de Gobierno incluiría dos viceprimer ministros, uno de ellos quizá Salgado Zenha (número dos del PS) y el otro, «una personalidad de la confianza del presidente Eanes», tal vez Firmino de Miguel, actual ministro de Defensa, que no ha desmentido todavía anteriores declaraciones en que se decía más interesado en regresar a actividades puramente castrenses.En el sector económico, que debe sufrir importantes restauraciones orgánicas, el aspecto más saliente será tal vez la permanencia de Sousa Gomes (ministro del Plan Económico), Vitor Constancio y Rui Vilar, aunque con funciones diferentes.
Aparte del Ministerio de Defensa -para el que se habla del general Rocha Vieira, actual jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra- no se prevé la presencia de más militantes en el Gabinete. Hay, con todo, ciertos problemas para designar al responsable del Ministerio de la Administración Interna (Gobernación) del que es actual titular el coronel Costa Bras. Este ministro tiene bajo su jurildicción a la Guardia Republicana y a la Policía de Seguridad, y se sabe el interés de Eanes en mantener a alguien de su confianza en el área.
Aún no se sabe a ciencia cierta cuándo podrá ser considerada definitivamente concluida la crisis actual. Parece evidente que Mario Soares necesitará de todo el plazo legalmente previsto para ultimar la formación del Gabinete y la elaboráción del programa, es decir, hasta el 30 de este mes. Contando con que la asamblea dispone de cinco días para el debate del programa, la investidura del nuevo Gobierno puede producirse sólo alrededor del 8 de febrero.
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