Actitud conciliadora de Bonn ante Alemania del Este
El Gobierno federal no aplicará medidas contra la República Democrática Alemana (RDA) en relación con la última actitud de Berlín respecto de la representación del semanario Der Spiegel en la RDA y del propio jefe demo- cristiano, Helmut Kohl.Esta actitud conciliadora se desprende de la declaración del canciller Schmidt, presentada ayer ante el Pleno del Parlamento de Bonn.
Además de clausurar la oficina del semanario hamburgués en Berlín oriental, las autoridades de la RDA decidieron días pasados prohibir la entrada en su ciudad al conservador Kohl, uno de los principales defensores de la autenticidad del manifiesto publicado en Der Spiegel por un grupo autodenominado Comunistas Democráticos de Alemania, que dice existir en la RDA. La medida restrictiva del Gobierno de Berlín afectó, poco después, a otros diputados democristianos que quisieron visitar la parte oriental de la ciudad durante la celebración de una conferencia de su partido, que tenía lugar en los sectores occidentales
El Gobierno de Bonn da por liquidado el incidente, tras protestar ante las autoridades germanoorientales, y ha recomenzado las negociaciones interalemanas sobre mejores condiciones de contactos entre los ciudadanos de los dos Estados alemanes.
Dadas estas circunstancias y el clima de sicosis de terrorismo de los meses pasados, la declaración del canciller Schmidt ha tenido que esperar más de lo habitual. Los objetivos que se propone el canciller para el nuevo año son la afirmación de la paz, de la seguridad y del desarrollo económico, temas en los que la oposición democristiana ve claudicaciones del Gobierno.
Las dificultades actuales en las relaciones interalemanas, que ahora parecen trascender con carácter polémico entre social-Iiberales y democristianos, podrían atenuarse si este año visita Bonn Leónidas Brejnev. Sin embargo, esta visita, aplazada varias veces desde 1976, esta vez por razones de salud del jefe del Estado soviético, parece que tardará. Sin ella, los socialdemócratas de Bonn chocarán con especiales dificultades en lo que toca al problema de la distensión europea y desde luego, en lo relativo a relaciones entre los dos Estados alemanes.
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