La presión norteamericana evitó una ruptura
Con la mediación de la diplomacia norteamericana, y ante la amenaza de Cyrus Vance de suspender su viaje a Jerusalén, egipcios e israelies llegaron a un acuerdo sobre los puntos de la agenda de trabajo a desarrollar en las negociaciones del Comité Político que empezarán hoy con un día de retraso.Esta reunión pareció a punto de malograrse durante el fin de semana, cuando los negociadores egipcios e israelíes no se pusieron de acuerdo en la redacción de los temas a discutir. Ello motivó una enérgica reacción del Departamento de Estado norteamericano y del titular de éste, Cyrus Vance, que anunció el domingo que suspendería su viaje hasta que se hubiera redactado la agenda de trabajo.
Simultáneamente, diplomáticos norteamericanos sugerían una solución de compromiso que fue inmediatamente aceptada por los egipcios y que encontró reticencias por parte israelí, hasta que finalmente el Gobierno nacionalista de Menahem Begin decidió aprobarla. Ello hizo posible el inicio de las negociaciones de Jerusalén y el viaje de Cyrus Vance a esta ciudad.
Como podía suponerse, fue el problema palestino la causa del desacuerdo entre egipcios e israelíes o, más exactamente, la simple denominación de este problema en la agenda de trabajo. Así, mientras Egipto se inclinaba por inscribir en el temario a tratar la «cuestión palestina», los israelíes exigían que se hablara en la agenda de «los palestinos árabes en Judea, Samaria y el distrito de Gaza».
La dura disputa terminológica estuvo a punto de abortar la primera reunión del Comité Político y sólo pudo ser resuelta mediante la presión de Washington sobre Tel Aviv y gracias a la sugerencia norteamericana de inscribir el problema palestino en la agenda con una denominación considerada como neutral: «la orilla occidental del Jordán y la franja de Gaza».
Sólo dos o tires días
Según se informó en Washington, Cyrus Vance estará sólo dos o tres días en Jerusalén, donde se entrevistará por separado con los cancilleres egipcio e israelí, para volver a Norteamérica a mediados de semana, quizá con una escala en El Cairo. En un intento de romper el previsible impasse sobre la cuestión palestina, Vance parece ser portador de una propuesta norteamericana que someterá a la consideración de las dos partes. Dicha propuesta consiste en un acuerdo provisional sobre Gaza y Cisjordania que tendría una duración de cinco años y que permitiría avanzar mientras en otros aspectos a discutir.
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