Mario Soares no formará coalición con los comunistas

La ruptura ayer en Lisboa de las conversaciones entre socialistas y comunistas en Portugal, de cara a la, solución de la crisis gubernamental, ocurre a las 48 horas de la toma de postura de la Administración norteamericana sobre una eventual presencia comunista en los Gobiernos europeos. Mientras Henry Kissinger, en un programa de televisión para Estados Unidos, ponía en guardia a los televidentes sobre el eurocomunismo, Raymond Barre manifestaba ante los franceses que la actitud de Carter no había sido afortunada y Manuel Azcárate calificaba la actitud soviética ante el eurocomunismo como nerviosa e incomprensiva.La crisis política portuguesa dio ayer un nuevo giro con la ruptura de las negociaciones entre socialistas y comunistas, anunciada simultáneamente por Mario Soares y Alvaro Cunhal, líderes de ambos partidos. La solución de la crisis ha sido aplazada hasta el próximo miércoles, ya que la comisión nacional del Partido Socialista, que se reúne el martes tendrá que analizar la nueva situación y autorizar a Soares a formar un nuevo acuerdo únicamente con los de demócrata-cristianos.

Se sabe que anteriormente la dirección del Partido Socialista había insistido en que cualquier acuerdo firmado entre el PS y otro situado a su derecha tendría que verse equilibrado por otro acuerdo con los comunistas.

El agitado sábado político que vivió ayer la situación portuguesa ha vuelto a alterar en Lisboa casi todos los datos de la situación. Más de veinticuatro horas después de que expirase el plazo acordado con la Presidencia para dar una respuesta definitiva, Mario Soares manifestó que solicitará del presidente Eanes un día suplementario para «reflexionar y decidir si se encuentra en condiciones de aceptar el mandato de formar nuevo Gobierno en Portugal».

Según Mario Soares, nuevas exigencias han surgido por parte del Partido Comunista portugués que imposibilitan la firma de un acuerdo entre ambas formaciones políticas. Sin embargo, esta versión de los hechos fue desmentida ayer por el propio Alvaro Cunhal, líder de los comunistas, durante un mitin de su partido en Lisboa. Según Cunhal, las negociaciones entre socialistas y comunistas están definitivamente cerradas por decisión del Partido Socialista, que presentó a la firma un texto abiertamente diferente del negociado antes. Estas apreciaciones del dirigente comunista fueron confirmadas por el líder demócrata-cristiano Freitas do Amaral después de entrevistarse, a petición propia, con el presidente de la República, Antonio Ramalho Eanes.

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