La infancia recuperada
Herbert George Wells (1866-1946) comparte con Julio Verne el título de creador y gran maestro de la literatura de anticipación. Muchos puntos de contacto pueden hallarse entre las obras del británico y las del francés, pero también muchas diferencias. Ambos coincidieron a veces en un mismo tema, pero siempre con un enfoque radicalmente distinto. Como observa Fernando Savater en La infancia recuperada, «a Verne le poseía la fantasía militante de la electricidad y el motor de explosión», mientras que «Wells se interesa más bien por la fábula social, por la utopía estelar y las sorpresas que reserva a su lector provienen antes del choque de culturas y de formas de organizar la vida consciente que de proezas científicas ».Entre las novelas más importantes y conocidas de Wells están La guerra de los mundos, La máquina de explorar el tiempo, el hombre invisible, Los primeros hombres en la Luna, y también La isla del doctor Moreau, cuya reciente y discutida adaptación cinematográfica ahora comentamos. Por momentos uno se siente más en el mundo de Verne que en el de Wells, cuya obra original ha sufrido algunas modificaciones esenciales en esta adaptación; sin embargo, el tema del choque de mentalidades, de formas de ver el mundo, permanece. Podríamos decir que el núcleo de la película reside en la coexistencia en un momento y lugar determinados de una serie de personajes tan diferentes que el enfrentamiento acabará por producirse.
La isla del doctor Moreau
Director: Don Taylor.Guión: John Herman Shanery Al Ramrus, sobre la novela de Herbert George Wells. Fotografía: Gerry Fisher. Música: Laurence RosenthaL Intérpretes: Burt Lancaster, Michael York, Bárbara Carrera, Nigel Dave,-porty Richard Basehart, Norteamericana, 1977. Locales de estreno: Carlos III y Princesa
El doctor Moreau es una especie de capitán Nemo, solitario, renegado, sabio y hasta bondadoso, un nuevo doctor Frankenstein que ha desafiado las reglas de una sociedad que le rechaza, las reglas de la ciencia y la investigación, que ha desafiado a Dios y, por ello, será castigado.
El mundo y el trabajo de Moreau son perturbados por la llegada accidental de un intruso, un hombre que recordará a Moreau las reglas que ha infringido y que precipitará su fin.
Don Tayler ha dirigido esta historia en un tono de narración clásico más próximo de los géneros de aventuras y suspense que del propiamente fantástico. Los puristas no perdonarán las múltiples y sustanciales infidelidades de esta adaptación que, sin embargo, posee momentos verdaderamente inquietantes y que es uno de los escasos logros de este tipo de cine.
Burt Lancaster encarna convincentemente el complejo personaje del doctor Moreau y Michael York abandona, afortunadamente, su eterno papel de hombre-niño.
Babelia
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