Argelia nacionaliza la gestión de su comercio exterior
La Asamblea Popular argelina votó ayer las disposiciones legales por las cuales se nacionaliza totalcomermente el comercio exterior de este país y se suprime la actividad d - e los intermediarios. En virtud de la nueva ley tan sólo el Estado y las empresas estatales argelinas estarán habilitados para concluir contratos con firmas extranjeras castigándose severamente la participación de entidades o personas privadas en la preparación, negociación y realización de esas operaciones. El monopolio sobre el comercio exterior ha sido presentado como «un nuevo paso» en el proceso de desarrollo del socialismo argelino.La ley relativa al monopolio estatal del comercio exterior argelino tiende a modificar la estructura comercial muy burocratizada y dominada por el parasitismo y la corrupción administrativa. La obligación de canalizar las operaciones de compra y venta con el extranjero a través de las firmas nacionalizadas y el control de cambio instituido en 1967 llevaron a la monopolización del sector pero no impidieron la aparición de una pléyade de intermediarios cuya actividad fraudulenta sigue siendo todavía uno de los grandes anacronismos de la opción política que se atribuye el régimen argelino.
En teoría la concesión de contratos debe efectuarse según las normas habituales de sometimiento de pliegos y examen imparcial de los términos de cada oferta, pero en la práctica un gran número de operaciones son zanjadas gracias a la complicidad de algunos funcionarios a cambio de sustanciales comisiones que son el origen de muchas fortunas personales. Esta situación jamás había sido reconocida oficialmente como tampoco se había señalado la profundidad de esa lacra en los estratos de la Administración argelina.
Todas las empresas privadas de import-export serán disueltas y en los contratos con el extranjero habrá de figurar una nueva cláusula que excluye la intervención de intermediarios. El código penal argelino será también modificado de manera que sancionará (con uno a cinco años de cárcel) la práctica de éstas modalidades delictivas.
El artículo segundo de la nueva ley prevé la posibilidad de acordar permisos de importación a aquellas empresas extranjeras instaladas en Argelia que hayan firmado contratos «llave en mano» y a las empresas privadas argelinas en lo que concierne a suministros necesarios a su propia producción. Estas derogaciones serán suprimidas cuando funcionen los organismos estatales de importación.
Las motivaciones políticas que han guiado a las autoridades argelinas a sanear las actividades de su comercio exterior se enmarcan en el seno de la campana de «moralidad » preconizada el verano pasado por el presidente Bumedian para «mejorar la imagen del socialismo argelino». La extrema burocratización del aparato estatal continúa siendo, sin embargo, objeto de las críticas de los interlocutores comerciales de este país. Sus síntomas más conocidos son los escollos aduaneros, la congestión de los circuitos de distribución y la lentitud operativa del sector bancario nacionalizado.
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