Los medios comunitarios refuerzan la cohesion del grupo

Una tercera modalidad de participación del público en las organizaciones de comunicación es la que constituye los medios llamados comunitarios. La posibilidad de estos medios responde a un clima político-social en el que se han recuperado los conceptos de poder regional y local que han ayudado a descentralizar los sistemas de comunicación.Existen unos medios regionales y locales -emisoras de radio y televisión, televisión por cable- que en los países industrializados se encuentran en vías de experimentación, aunque llevan descubiertos desde hace muchos años. El potencial de acceso a la comunicación a través del cable se asienta en la posibilidad técnica de ser vehículo de una comunicación en doble sentido, con lo que emisor y receptor quedan conectados. Este sistema está siendo experimentado en la actualidad en la ciudad deTama (Japón) y ha dado lugar a lo que se ha llamado villa electrónica.

En Canadá, país pionero del cable, el acceso y la participación del público en este modelo de televisión está asegurado por el Consejo Comunitario, compuesto de representantes de varias asociaciones locales que sirven de intermediarios entre la comunidad y el centro productor de mensajes por cable. En los Países Bajos existen desde 1974, aunque de una forma experimental, cinco estaciones de cable comunitarias. Otras tantas existen en Gran Bretaña, aunque todas ellas padecen gravísimos problemas financieros, de equipamientos y socioculturales, que provienen de la escasa preparación del público para utilizar este tipo de medios.

Proyecto "multi-media"

Existen otros medios menores o medios de grupo (magnetofón, aparatos fotográficos, cámara Super-8, magnetoscopio) que cuando se combinan, dan lugar al proyecto multi-media. Estos medios, por su coste módico, por su flexibilidad y por la capacidad de mantenimiento, se emplean normalmente en los países en vías de desarrollo.Los medios comunitarios en estos países se materializan principalmente a través de la radio comunitaria, la prensa rural, y los proyectos de video reducidos y los llamados proyectos multi-media. Un caso ejemplar de radio comunitaria lo constituye Radio Tabacundo, de Ecuador. Este proyecto, lanzado con el apoyo de la Universidad norteamericana de Massachusetts, contempla la participación de los habitantes de la localidad y los campesinos de los alrededores. Las emisiones están concebidas como un diálogo interno de la comunidad y se establece por ello una comunicación horizontal entre los pueblos vecinos. El material técnico de escucha y grabación se distribuye previamente entre la población. Los campesinos reciben ayuda técnica en orden a participar con eficacia en los programas.

Esta radio comunitaria ha desarrollado los intercambios entre los diversos grupos y ha reforzado la cohesión de las localidades rurales. A raíz de estas emisiones han surgido cantidad de asociaciones ciudadanas y campesinas.

La prensa rural como sistema de comunicación comunitaria se ha desarrollado principalmente en países africanos, como Dahomey, Congo, Gabón, Gana, Alto Volta y otros. El periódico tiene en cada pueblo un comunicador o representante del pueblo ante el periódico que no es periodista. Este representante organiza sesiones de lectura colectiva, observa el impacto del periódico en la población y comunica a la redacción principal las demandas y necesidades de los lectores.

Villa El Salvador

Un ejemplo de la puesta en práctica de los proyectos multi-media lo constituye el de la Villa El Salvador, barriada nueva de unos 100.000 habitantes situada al sur de la ciudad de Lima. En 1974 se creó en el seno de este «pueblo joven» un centro de comunicación popular con el objeto de remediar la falta de integración de la comunidad y resolver en la medida de lo posible los problemas de comunicación entre los jóvenes y los adultos, entre las mujeres y los hombres. Este proyecto de la Villa El Salvador reposa sobre la creación de escuelas llamadas Taller de comunicación, que con carácter permanente se dedican a promocionar los medios -cine, teatro, publicaciones, discos, diapositivas, cintas magnetofónicas- con el fin de hacerlos vehículos útiles de contenidos informativos que ayuden al incremento de la cohesión social del grupo.Los talleres, que están abiertos a todos los miembros de la comunidad, discuten los problemas más urgentes, valoran el contenido de los mismos y eligen los medios adecuados (escritos o audiovisuales) para transmitir con más eficacia esos mensajes. En esta operación se tienen en cuenta también las posibilidades de aportación de cada taller. En el capítulo de grabaciones cabe destacar un noticiario semanal que es grabado en una cinta magnetofónica. Se trata de una crónica popular que contiene las principales noticias de la semana, locales, nacionales e internacionales. Esta cinta se reproduce en las concentraciones de público, como, por ejemplo, en los cines e incluso en el mercado.

Dificultades de adaptación

En muchas ocasiones todos los medios de comunicación de la Villa El Salvador actúan como auténticos multi-media, ya que se organizan todos para la transmisión de un único tema. Por ejemplo, cuando se presenta un problema realmente grave en la comunidad (por ejemplo, falta de fluido eléctrico o de agua corriente), todos los talleres de comunicación tratan el mismo problema en su reunión y todos dirigen su actividad hacia la transmisión de ese problema y su posible solución. Así, el taller de teatro prepara una escenificación sobre la falta de electricidad o de agua; el taller de audiovisuales, un guión y una transmisión sobre el mismo tema; el de publicaciones, una revista monográfica; el de serigrafía, unos carteles o pegatinas. De esta manera se pretende influir en mayor medida y de una forma coherente en la conciencia colectiva.Las dificultades que en la práctica encuentran estos proyectos experimentales comunitarios tanto el de Villa El Salvador como el resto, son muy fuertes. Tanto en el origen de estos proyectos (muchas veces proceden de los Gobiernos o de los deseos colonizadores de países avanzados -ayudas internacionales-) como en la ausencia de objetivos, y sobre todo la carencia de medios y equipamiento personal y técnico, hacen casi imposible la adaptación de los medios comunitarios a los países en vías de desarrollo.

Hay que decir, sin embargo, que los medios comunitarios no entrañan necesariamente el acceso y la participiación del público en la comunicación. Estos medios son frecuentemente utilizados según los métodos tradicionales sometidos a unos esquemas técnicos muy rígidos. Por otra parte, la estrategia que usan los líderes o animadosres de la comunicación no siempre coincide con las necesidades y deseos del público.

Una primera conclusión que po demos sacar de lo anteriormente expuesto es que se necesita un política y una planificación de la comunicación a nivel internacional, nacional, regional y local que permita la participación del público a todos los niveles posibles en la empresas de comunicación. Esta planificación exige como primer medida la instalación de una adecuada infraestructura tecnológica pero también la puesta a disposición del público de una red de canales que posibiliten la respuesta (feedback) y la interacción de la audiencia. De esta manera el público puede formular sus críticas y dialogar con los productores de los mensajes.

Una planificación eficaz tampoco debe marginar la creación de emisiones producidas por el público mismo, a quien se le debe dar acceso a los materiales tecnológicos necesarios, a los equipos de personal especializado y a la fuentes financieras indispensables. En la línea de lo expuesto es necesaria también la formación de comunicadores o emisores aptos para desempeñar el papel de mediadores auténticos entre el público y las organizaciones de comunicación. Por último, junto a la promoción de los sistemas de comunicación paralelos, basados tan sólo en las necesidades del público sería necesario potenciar la participación del público, no sólo en la programación de la comunicación sino también en la gestión de las empresas que se dedican a tal actividad.