Argelia vincula los conflictos del Sahara y Palestina

El régimen argelino estima previsible a corto plazo una evolución de los Gobiernos árabes moderados sobre el conflicto del Sahara occidental. El presidente, Huari Bumedian, en su actual gira por la zona del golfo Arábigo, ha reiterado que los casos de Palestina y del Sahara proceden de una «misma voluntad agresiva imperialista» a la que se han unido Egipto y Marruecos.El «viaje de información y de consulta» que realiza Bumedian tiende a preparar un nuevo encuentro de los dirigentes del llamado «frente de resistencia» para analizar las últimas peripecias de la crisis árabe, después de los tímidos resultados obtenidos por el presidente norteamericano, Jimmy Carter, en Oriente Próximo.

Está descartado, según fuentes argelinas, que el ala moderada del mundo árabe renuncie pura y simplemente a sostener las reivindicaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para representar a los palestinos en futuras negociaciones de paz.

Arabia Saudita, cuyo poderío financiero y tradicional amistad con Estados Unidos hubiera podido pesar en la balanza de la estrategia norteamericana, se ha negado a dejar en la estacada a Yasser Arafat, no obstante la confusa situación imperante en el seno de la OLP, donde coexisten teóricamente las diversas corrientes de la resistencia.

A pesar de que los fundamentos de la unidad árabe corren el riesgo de zozobrar, ante la intrincada malla de sus contradicciones, los argelinos afirman que, por el momento, no se ha superado la fase de las desavenencias entre mandatarios, sin real incidencia sobre los sentimientos de las poblaciones, no obstante el carácter místico atribuido al histórico viaje de Anuar El Sadat a Jerusalén.

Argelia considera que la implantación de los palestinos en las zonas geográficas donde se han refugiado no resolverá la crisis de Oriente Próximo. Cualquier solución unilateral en ese sentido, incluso si cuenta con el apoyo de Washington, no detendrá el ciclo de la violencia. Será necesario que las concesiones vengan de Israel y, a menos que haya un vuelco inesperado de los acontecimientos en Argel, se estima que sólo la intransigencia terminará por imponer los objetivos básicos enunciados en la reunión de Trípoli: retirada de Israel de los territorios ocupados y establecimiento de una entidad palestina independiente y reconocida internacionalmente.

En medio de esas orientaciones, la diplomacia argelina no ha dejado pasar la ocasión inesperada de abogar por la causa del Polisario en el mundo árabe. La dirección política del movimiento independentista saharaui, que hasta hace poco consideraba «nefasta» la coyuntura y daba muestras de una rara despreocupación por implicar a la Liga Arabe en ese otro conflicto, considera que ahora debe ser aprovechado el factor sorpresa para poner en evidencia la «colusión» egipcio-marroquí. Argelia actúa en el mismo sentido y afirma que debe tenerse en cuenta la situación del Sahara occidental a la hora de pormenorizar las causas que han conmocionado la geopolítica árabe.