Atraco en una entidad bancaria de Sondica

Dos jóvenes con edades comprendidas entre los veinte y los veinticinco años consiguieron ayer un botín de 766.000 pesetas después de atracar a punta de pistola la sucursal del Banco de Vizcaya en Sondica.Uno de los atracadores, que llevaba una bolsa marrón, entró en la oficina bancaria poco después de las diez de la mañana y preguntó por el director. Cuando salió éste lo encañonó con una pistola al tiempo que decía: "Quietos todos, es un atraco.» En ese momento entró el segundo joven, que sin mostrar ningún arma vació en la bolsa los efectivos existentes en caja.

A continuación los atracadores preguntaron por la caja fuerte, y mientras esperaban que se abriese, dado que dispone de un sistema de seguridad que necesita varios minutos, entraron en la sucursal cuatro clientes que fueron puestos junto a los tres empleados de la sucursal.

Ante el temor de que pudieran llegar más personas, los atracadores se dieron a la fuga llevándose el carnet de identidad del apoderado y advirtiéndoles de que no diesen aviso a la policía hasta transcurrida media hora. Ni empleados ni clientes fueron encerrados o maniatados.

Se cree que los jóvenes huyeron en un coche que les esperaba en la calle con una tercera persona al volante. Por los datos facilitados por algunos testigos, el coche era un Simca 1000, matrícula BI-90.753, que había sido robado esa misma mañana a su propietario en Bilbao bajo la amenaza de una pistola.

Este atraco se viene a sumar al que dos jóvenes de unos diecisiete años llevaron a cabo el jueves en el barrio La Chantrea, de Pamplona, en la sucursal de la Caja de Ahorros. En esta ocasión el botín conseguido fue de 800.000 pesetas después de amenazar con sendas pistolas, al parecer del nueve largo, al empleado y tres clientes que sobre las dos menos cuarto se encontraban en la sucursal. Los dos atracadores huyeron después de encerrar a estas cuatro personas en el servicio bajo la amenaza de que si salían antes de media hora haría explosión una bomba.

Esta acción se relaciona en círculos policiales con el secuestro de que fue objeto ese mismo día un guardia civil retirado, de 65 años, a quien dos jóvenes encañonaron con pistolas cuando iba a coger su coche. Después de conducirle hasta el alto de El Perdón lo dejaron atado a un árbol.

Otro extraño suceso todavía no calificado tuvo lugar el pasado día 28 en Vitoria, donde un contratista fue abordado en su domicilio por varias personas armadas que le exigieron la entrega de dos millones y medio de pesetas que hizo efectivo mediante un talón bancario. Aunque el interesado se ha negado a efectuar cualquier declaración, se asegura que ha presentado denuncia por los hechos citados ante el juzgado.