La OLP mantiene contactos al más alto nivel con el presidente egipcio
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) mantiene contacto directo y «al más alto nivel» con el presidente Sadat, afirman medios políticos de Beirut, donde se sigue con asombro y la máxima atención el desarrollo de la situación política en el Oriente Próximo. Asombro que, en el día de ayer, estuvo justificado por el sorprendente encuentro en Alejandría entre los ministros de Guerra y Defensa de Egipto e Israel, generales Gamassi y Weizman.En Beirut, se indicaba ayer que es el propio Yasser Arafat, primer dirigente de la OLP, quien está en comunicación permanente con el «hombre del año», según la prensa americana, Anuar el Sadat.
Esta información, rodeada de prudencia y sin confirmación oficial, aboga en favor de la idea de que en el «frente de rechazo» comienza a vislumbrarse alguna fisura que otra. A nivel oficial, la OLP se mantiene en el «frente»; a título privado, Arafat se mantiene informado y deja tendido un puente entre, palestinos y egipcios.
Esta posición de la OLP tiene un ritmo casi paralelo a la que se le presume al rey Hussein de Jordania, quien, en su gira por los países del golfo Pérsico, parece inclinarse cada vez más en favor, de las iniciativas del presidente Sadat, aunque por el momento guarde un discreto silencio oficial, lo que ya es toda una diferencia con la actitud de Siria, país que mantiene su más claro rechazo a las iniciativas egipcias.
Por si alguien tenía alguna duda, ahí está el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Abdel Jali Khandam, quien ayer mismo comparó a Sadat con Petain, unificando a ambos personajes con la imagen de «traidores» históricos.
La posición siria está basada en la idea de que El Cairo y Tel Aviv preparan «la paz por separado», lo que parece ya casi toda una realidad, a la vista de las últimas declaraciones de Begin en Londres, en el sentido de que «sólo haremos un acuerdo de paz bilateral con Egipto si constituye un primer paso para un arreglo total del conflicto». El «sólo» de Begin es casi una aseveración que su propio brazo derecho, el general Weizmann (héroe de la guerra de 1967 y padre de la operación de la destrucción de los aeropuertos egipcios), parece confirmar con su presencia en Alejandría y en Ismailia, donde se entrevistó con el general Gamassi (el hombre que en 1973 derribó el norte de la línea Barleev), y con el propio presidente Sadat.
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