Hoy comienza la conferencia de la OPEP en Caracas

«Espero que una vez más se produzca el milagro de la OPEP», declaró ayer el ministro venezolano de Energía y de Minas, Valentín Hernández Acosta, en el hotel donde se ha establecido la sala de prensa para cubrir la asamblea de la OPEP que hoy comienza a cincuenta kilómetros de Caracas. El milagro al que se refiere el ministro venezolano es el de la capacidad para llegar a compromisos en el momento de mayor tensión entre los trece países miembros de la OPEP.Valentín Hernández se refirió también a los trabajos que realiza una comisión de expertos de la OPEP para recomendar a los ministros medidas en materias de precios. Entre otras cosas, se estudia la adopción de un plan trienal o quinquenal de revisión de los precios qué elimine la tensión.

De cara a la reunión que hoy inaugura el presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, poco hay resuelto. El deseo de llegar a la asamblea Con un criterio unificado no se ha conseguido, y lo que resulte finalmente sigue siendo una incógnita.

La posiciones siguen claras. Argelia, Libia e Irak pretenden un aumento sustancial de precios, Arabia Saudita e Irán quieren el congelamiento. Entre medias, Venezuela se muestra favorable a un aumento moderado. El ex ministro de Energía de Venezuela y padre de la OPEP, Juan Pablo Pérez Alfonso, ha señalado la oportunidad de una revisión permanente de los precios de los crudos conforme a un índice elaborado sobre una cesta, de productos importados por los países de la OPEP.

Argelia, por su parte, critica las «maniobras políticas» que tienen como escenario los preparativos de la conferencia, para que sean precios del crudo.

La agencia oficial de prensa argelina señala que el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez preconiza en su mensaje a los demás, jefes de Estado de los países miembros de la OPEP que la decisión de incrementar los precios del petróleo debe ser aplazada hasta fines del primer trimestre del año próximo.

En opinión de la fuente citada, el análisis de los medios dirigentes de Venezuela consistiría en salvaguardar la unidad de la OPEP, incluso si ello va en detrimento de sus intereses económicos. Esa actitud ha sido condenada oficialmente por Argelia, que estima que el aumento de precios debería oscilar entre un 10 y un 15 %.

La tesis argelina difiere asimismo de los argumentos venezolanos en lo que se refiere a resaltar las causas de luna posible nueva división de la OPEP. Venezuela -dicen los argelinos- trata de suprimir todas las causas de división que, puedan desembocar en un impasse parecido al que tuvo lugar en la reunión ministerial de Doha, cuando ni se llegó a una acción coordinada sobre los niveles de precios, mientras que Argelia estima que ante todo debe evitarse que la organización exportadora se pliegue a consideraciones dictadas por potencias ajenas a la misma.