La policía encontró una pistola y armas blancas en la cárcel de Carabanchel
Una pistola, varias armas blancas y objetos contundentes que estaban en posesión de los reclusos de la cárcel de Carabanchel han sido encontradas en un minucioso registro efectuado ayer en el centro penitenciario por miembros del Cuerpo General de Policía y de la Policía Armada en presencia de las autoridades del centro.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias, en una nota oficial, señala que «ante las reiteradas informaciones de la posible existencia de armas dentro del recinto penitenciario de Carabanchel se ha producido un registro en todas sus dependencias, habiéndose encontrado, además de un gran número de objetos punzantes, pinchos, cuchillos y una pistola del calibre 7,65 con el número de fabricación borrado, provista de su cargador completo».En la misma nota se hace constar que «entre las obligaciones prioritarias de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias está la de adoptar cuantas medidas de precaución sean necesarias para garantizar su ineludible deber de proteger la integridad física de los propios internos».
También hace referencia con motivo del registro al clima de tensión existente en los últimos días en la cárcel de Carabanchel. Se tiene noticia de qué dos celdas quedaron destruidas por incendios voluntarios. Las fuerzas antidisturbios continúan realizando el servicio de vigilancia en el interior del recinto. Miembros de los comités de apoyo a la Coordinadora de Presos en Lucha (Copel) han manifestado recientemente que «habrá unas Navidades sangrientas en las cárceles españolas si no se concede un amplio indulto a los reclusos comunes. La situación actual de las cárceles es muy tensa y es imprevisible el desencadenamiento de acontecimientos luctuosos que pueden surgir en cualquier momento». Resaltaron también la pasividad de los partidos políticos de izquierda a la hora de tomar un acuerdo conjunto sobre un indulto a los presos comunes.
Por otra parte, la mayoría de los reclusos de la prisión provincial de Sevilla, que tiene una población penal de unos 250 presos, llevan dos días en huelga de hambre, negándose incluso a entrar en las dependencias destinadas a comedores. Ayer volvieron a la prisión los diecinueve presos comunes que fueron trasladados, el pasado viernes, al Centro de Traumatología de Sevilla, al producirse diversas autolesiones. Los reclusos han reivindicado un amplio indulto y una reforma del reglamento penitenciario, al mismo tiempo que protestan por las condiciones antihigiénicas de la prisión.
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