_
_
_
_
_

El PSOE aceptó en Moscú no apoyar el ingreso en la OTAN

Entre los observadores occidentales ha causado cierta extrañeza la aceptación por parte de la delegación del partido Socialista Español (PSOE), que visitó la URSS durante cinco días, del comunicado redactado por el Partido Comunista Soviético (PCUS), y en el que Felipe González se limitó a hacer correcciones gramaticales. Mientras el secretario general del PSOE declaraba una y otra vez en sus intervenciones públicas que la posibilidad de la entrada de España en la OTAN no podía discutirse, por considerarlo un tema que corresponde decidir al pueblo español fue el PSOE está atento para impedir cualquier injerencia, en el folio tercero del comunicado se establece un compromiso bien delimita4o, al aceptar que «las delegaciones han reafirmado los criterios de sus partidos acerca de la necesidad de superar la división del mundo contemporáneo en bloques político-militares contrapuestos, así como su ampliación».Desde Moscú los medios informativos occidentales consideran que los dirigentes soviéticos, cuya máxima preocupación en sus relaciones con Madrid se centra en conseguir la no incorporación española a la OTAN, han logrado que el partido de la Oposición con más adhesión popular acepte públicamente este compromiso, lo cual pudiera suponer un cheque en blanco, sin fecha, para ser utilizado en el futuro.

Una confirmación rotunda de la importancia que el PCUS ha dado a los resultados de la visita de los políticos Socialistas la ofrece ayer el diario Pravda, que en su primera página publicaba el texto íntegro del comunicado. Esta deferencia ha sorprendido, porque no existen precedentes en las relaciones de los comunistas soviéticos con los partidos socialistas occidentales. El privilegio en aparecer en la primera página del órgano oficial del PCUS es, sin duda, una clara demostración de que la delegación del PSOE ha satisfecho, de cara a la política interior, los objetivos previstos y calculados por sus anfitriones. Lo que no parece tan claro es que los socialistas españoles hayan pecado de ingenuos, ya que la imagen ofrecida durante esta semana en la Unión Soviética por Felipe González ha sido precisamente la contraria, es decir, que: el PSOE es un partido con madurez, que no acepta ningún tipo de presión y al que no es fácil sorprender.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_