Regresan los viejos ídolos de la música joven
El solo hecho de que grupos históricos como Animals y Crosby Stills & Nash hayan grabado un elepé en 1977 ya tiene una cierta importancia. El que ambos discos hayan sido éxitos, el que hayan sido situados por la crítica especializada entre los mejores del año, plantea una serie de interrogantes.
Ultimamente se ha hablado de la falta de un estilo definido dentro de la música joven. Parecería como si los caminos que se abrieron en los años cincuenta estuvieran definitivamente cegados. En contra de las esperanzas maoistas, está época de las Cien Flóres (de los Cien Estilos) no ha aportado la menor claridad al panorama de la música joven Nadando entre un marasmo de rocks (sinfónico, duro, espacial, sureño, ácido, country, heavy metal, jazz, folk, punk, con raíces pop), la juventud de los años setenta no sabe a qué atenerse.Si el rock & roll ha sido una de las primeras manifestaciones artísticas que nacieron indisolublemente ligadas al proceso de producción industrial, es obvio que ha de, seguir las leyes de este último, aunque no de manera tan estricta como esos otros objetos de uso y consumo que no poseen sus cualidades estéticas.
El proceso puede caracterizarse por un consumo-gasto acelerado de todos los objetos (incluidos los ideológico- filosóficos). Este gasto reduce, también aceleradamente, el valor de uso de esos objetos, pero el proceso productivo debe mantenerse so pena de colapsar. La imaginación se ve forzada a crear novedades hasta límites insostenibles, y en un momento determinado la falta de inspiración busca un respiro en ideas que surgieron en condiciones no tan agudas como las presentes. Sólo así podemos explicar que en esta época puedan resultar actuales formas de hacer que en el mejor de los casos tienen más de siete años de antigüedad.
Los Bee Gees se rehacen y sacan un doble en directo con temas que se remontan a finales de los sesenta. Los Animals, al igual que Crosby, Stills & Mash realizan elepés con temas nuevos, exactamente iguales a sí mismos. Colosseum, Four Seasons, Small Faces, Quicksilver Messenger Service... ya sólo falta que vuelva el Dúo Dinámico (grandes vendedores en la actualidad) y los Beatles.
Lo que debieran ser muestras arqueológicas de estéticas que hasta hace poco se consideraban superadas, se sitúan en un primer plano de interés y de ventas. Desde luego, una vez escuchadas las respectivas obras estaremos muy lejos de decir que son malas.
En concreto, los discos de Animals- (Before we were so rudely interrupted), Crosby, Stills & Nash (CSN) y Bee Ges (Here at last Live) son, sin duda ningu na, de lo mejor que han réalizado y válidos por mor de las circunstancias que he señalado anteriormente. Tal vez sea una reintorporación de lo injusta mente olvidado, o quizá un respiro que la maquinaria del aparato industrial se concede a sí misma antes de encontrar formas nuevas que lanzar, explotar y, finalmente, abandonar.
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